El norte de Galicia se encuentra en una situación preocupante en lo que sequía se refiere. Ayer mismo la Xunta declaró la situación de sequía prolongada en las cuencas de las rías de A Coruña y de Betanzos, además de en los sistemas de abastecimiento de la comarca coruñesa de Ferrolterra y en la lucense de A Mariña. El objetivo es, tal y como explicaron las autoridades autonómicas, anticiparse a la reducción de los caudales y ante la falta de lluvias en estas zonas.

La decisión partió de la Oficina Técnica da Seca de la administración región, presidida en la reunión de este lunes por el gerente de Augas de Galicia, Gonzalo Mosqueira.

El encuentro sirvió para declarar la sequía prolongada en nueve de los 19 sistemas de explotación de la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa, que es de competencia de la Xunta, tal y como informó el Ejecutivo presidido por Alfonso Rueda en un comunicado.

De este modo, se ven afectados por la decisión el río Mero, Arteixo y la ría de A Coruña; el río Mandeo y la ría de Betanzos; río Eume y ría de Ares; Ferrol; río Mera, ría de Santa Marta de Ortigueira y ría de Cedeira; río Sor, ría Santa Marta de Ortigueira y ría de Viveiro; río Landro y río Ouro; río Masma; y ría de Ribadeo.

Según los datos explicados en el marco de la Mesa, la medida se adopta tras el análisis de la situación hidrológica y meteorológica de las cuencas de Galicia-Costa. Precisamente, de ese estudio se desprendió que el pasado mes de julio se sufrió una anomalía media de un 43% inferior a los valores normales.

Prealista por escasez

En relación con lo anterior, desde el 21 de julio permanece activada la prelaerta por escasez --mide el nivel de riesgo en el abastecimiento en función de las reservas disponibles-- en los sistemas del río Mero, Arteixo y ría de A Coruña; en la cuenca del río Anllóns y la costa de A Coruña hasta el límite de Arteixo; y en el subsistema de Baiona (Pontevedra).

Y si esta situación deriva de un julio poco lluvioso, las previsiones apuntan a un mes de agosto con "precipitaciones escasas", que se puede traducir como sucedió el mes pasado en un déficit de lluvias en determinadas zonas que conllevaría una disminución de los caudales medios circulantes. Por esto mismo el organismo técnico mantiene la prealerta por escasez o "escasez moderada".

La situación de sequía prolongada y la prealerta por escasez son medidas preventivas que adopta la Administración autonómica para buscar la anticipación, un mayor seguimiento y prevención ante un posible episodio próximo de escasez de agua, así como la toma en conciencia para hacer un consumo responsable.

Estas condiciones suponen la elaboración de un seguimiento intensivo de la situación meteorológica y de los niveles de ríos, embalses y acuíferos en Galicia-Costa, así como de las posibles incidencias que se deriven. Todo ello junto con medidas de concienciación dirigidas a la ciudadanía.

Tal y como sucede cuando se dan este tipo de episodios, la Xunta de Galicia ha solicitado ya la "implicación de los ayuntamientos" para que establezcan aquellas medidas que consideren apropiadas, dentro de su ámbito competencial, para asegurar un uso del agua responsable y adecuado. De hecho, la Oficina Técnica da Seca reitera la necesidad de mantener la restricción de riesgos, la limitación del llenado de piscinas y la reutilización del agua siempre que sea posible.

A pesar de la situación y condiciones descritas, lo cierto es que la ocupación actual de los embalses en la demarcación Galicia-Costa es del 81,63% del agua embalsada. Este valor, aunque es 1,17 puntos por debajo de la ocupación del mismo período en 2022, no impide que se considere que los niveles están en niveles de normalidad, salvo excepciones.