San Pedro es una aldea de poco más de diez vecinos, casi todos mayores de la parroquia de Berredo, perteneciente al Concello de Ourense de A Bola, de unos mil habitantes. Estos días ha saltado a los titulares por la situación que atraviesan desde que fueron conocedores de que el hombre mayor con muletas que residía con ellos y al que han estado ayudando acumula en su pasado, nada más y nada menos que tres crímenes.
Antonio Gali Balaguer, septuagenario valenciano, salió de la prisión de A Lama el pasado mes de febrero. Es autor de tres asesinatos. El primero lo cometió en 1982, cuando mató a hachazos al marido de su amante en La Zaida (Zaragoza). Le propinó 17 estacazos. Después envolvió su cadáver en una manta y lo enterró en cal, en un foso de arreglar coches que tapó con ladrillos
Solo dos años después, en 1984 acabó con la vida de una amiga de su hija de once años en las fiestas de La Cartuja. Abusó sexualmente de ella y terminó ahogándola en la bañera porque la menor no estaba dispuesta a callar. En este caso enterró el cuerpo en casa echándole cemento encima
El tercero de los crímenes lo cometió en 2005 pocos días después de salir de prisión. En Ourense asfixió a una prostituta, a la que después tiró en la cuneta de una carretera. Según la sentencia: recogió a la mujer para servicios sexuales y la trasladó hasta una carretera cercana a Maside, donde la ahogó con sus propias manos.
Entró en la cárcel por primera vez en cuando la Audiencia Provincial de Zaragoza lo condenó a 60 años de prisión, de los que cumplió un tercio. Poco después de salir volvió a ingresar por tráfico de drogas.
Miedo e incertidumbre
Desde que los residentes en San Pedro descubrieron este oscuro pasado de su nuevo vecino, el miedo y la incertidumbre se ha apoderado de esta pequeñísima aldea. La alcaldesa de A Bola, Teresa Barge, en declaraciones a Faro de Vigo Barge, ha pedido "tranquilidad" y ha insistido en la importancia de abordar el problema respetando la legalidad y protegiendo a la comunidad vulnerable. "Tras cumplir su condena, el vecino tiene derecho legal a residir donde desee, así que legalmente puede estar ahí, nada se lo impide", ha precisado la primer edil subrayando que el Consistorio confía y respeta los "principios de la Justicia y, por tanto, la reinserción". No obstante, también reconoce que las instituciones "carecen de mecanismos claros para intervenir o reubicar a personas en estas circunstancias, especialmente en áreas rurales donde los recursos son limitados y la reinserción social compleja". Por el momento, no les consta que Gali Balaguer esté en programa de reinserción alguno y no ha llamado a Servicios Sociales, cuyos recursos ya se han puesto a disposición de los vecinos que lo necesiten.
Desde el cuartel de la Guardia Civil de Celanova, puesto al que está adscrito A Bola, se está llevando a cabo un seguimiento por medio de "una vigilancia especial y continua" de los movimientos de Gali Balaguer además de un control de su vehículo. "Se están volcando totalmente los agentes", admiten a este diario vigués, precisando que se busca aportar tranquilidad a la población sin generar alarma social ni vulnerar la privacidad de este individuo.