Los profesionales de la sanidad pública de Galicia siguen en pie de guerra. Lo están contra la Xunta desde diferentes colectivos y desde hace años debido a la situación a la que, según han denunciado en más de una ocasión, se ha llegado por los recortes, la falta de inversiones y las privatizaciones llevadas a cabo desde el Gobierno regional, en particular, a partir de la llegada a la presidencia de Alberto Núñez Feijóo, en 2009.

Precisamente, está previsto que mañana miércoles se presente en el Parlamento autonómico una Iniciativa Legislativa Popular por parte de diferentes entidades y colectivos con el objetivo de “recuperar y fortalecer la Atención Primaria”.

En los últimos días, desde la Xunta se han planteado algunas medidas con el propósito de paliar las condiciones deficitarias en las que se halla este pilar del estado de bienestar. Una de las más llamativas y, a su vez, controvertidas es la de otorgar un plus a los médicos de este nivel asistencial.

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM) acaba de hacer balance de la decisión del Ejecutivo gallego. Considera que pagar un plus a los médicos de Atención Primaria para que, de esta manera, “absorban cupos de otros compañeros por vacaciones, bajas o libranzas ampliando su jornada no es una solución”. Su conclusión es muy contundente porque, tal y como han dicho este martes, “un facultativo no puede atender a 100 pacientes al día”.

Esta organización califica la medida como “claramente insuficiente”, ya que, a su juicio, el incremento no es más que “una subida de 13 euros respecto al exiguo plus que ya tenían quienes doblaban turno”. La conclusión es que “la mayoría de los profesionales no aceptarán esta propuesta porque, entre otras razones, están agotados, y se trata de una medida que supondrá un gran ahorro para la Xunta porque lo que hace realmente es dejar de cubrir diversos permisos de los facultativos con más personal”.

Esa sería la gran solución, el aumento de plantilla. CESM añade que, por la pandemia, los profesionales acumulan un nivel de cansancio físico y sicológico que viene a sumarse al sobresfuerzo de atender a más pacientes, algo que representa la “asunción de responsabilidad enorme”.

Al menos 10 minutos por paciente

El sindicato considera en un comunicado que, con este plus, no se reconoce la “labor extraordinaria que los facultativos realizan, ya que lo que se hace en realidad es pagar por un aumento de carga laboral -horas extraordinarias o sobrecarga de trabajo- como en cualquier empresa”. En este sentido, dejan claro que “no pagar por ese esfuerzo y dedicación sería ilegal y hasta rozaría la esclavitud”.

Una vez más, la delegación gallega de la Confederación insiste en que la “única” solución al problema que arrastra la sanidad pública gallega desde hace años pasa por la “ampliación de los recursos humanos” y para que los profesionales se queden en el Servizo Galego de Saúde “es necesario incentivarlos”.

Entre otras medidas, CESM Galicia propone “listas cerradas” con un tope de pacientes a los que dedicar “al menos 10 minutos por consulta”. También piden un reconocimiento profesional que la administración “le ha negado sin motivo alguno”; una atractiva remuneración y la posibilidad de conciliar vida laboral y familiar.

En un plano autonómico, el sindicato reprocha a la Xunta la “pérdida de reconocimiento social” que sufren los médicos de familia en los últimos años por las acciones llevadas a cabo por el Sergas durante la pandemia. Entre estas mencionan la extensión de la consulta telefónica o la falta de recursos humanos que ha provocado el incremento de las listas de espera para ser atendido de forma presencial.