Alberto Núñez Feijóo ha prometido hoy su cargo como senador por Galicia. Era el último paso que le quedaba para dejar atrás ya definitivamente su tierra y dedicarse en cuerpo y alma a su siguiente objetivo: alcanzar la Moncloa.

Antes de esto ha ido quemando etapas y en este marco llamó la atención la vorágine comunicativa que en los días anteriores a su renuncia a la Xunta, dedicó la Consellería de Sanidade a 'vender' los buenos datos de la gestión. Esto ha sido así porque, precisamente, una de las piedras en el zapato del Feijóo presidente gallego es la situación en la que deja la sanidad pública.

Años antes de la pandemia se iniciaron las protestas en defensa del considerado uno de los pilares del estado del bienestar. En todo este tiempo se ha acusado al Gobierno de recortes y privatizaciones desde que en 2009 alcanzó por vez primera Feijóo la presidencia de la Xunta.

El Covid ha destapado todas las carencias que, a pesar de las protestas, parecen haberse multiplicado debido a las políticas de años de recortes. El paradigma de las estrecheces de inversión y sus consecuencias se encuentra en las condiciones de la Atención Primaria. Así lo ha venido denunciando la plataforma creada por los defensores de la sanidad pública de Galicia, SOS Sanidade, que se ha adherido a 'Salvemos la Atención Primaria'.

El colectivo celebra concentraciones y marchas por toda la comunidad autónoma y, en particular, en aquellos concellos donde se ha propuesto el cierre de servicios. Esta semana, sin ir más lejos, se sumarán a las protestas que recorrerán todo el país del 28 de mayo al 5 de junio, mientras que este viernes se centrarán en una marcha en O Rosal, Pontevedra, ante el centro de salud por lo sucedido hace unos días cuando una persona llegó al mismo con un infarto y tuvo que ser trasladado en una camilla por las calles debido a que no había ambulancia.

En una línea similar se posiciona la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM). Hoy mismo ha lanzado un SOS a la Xunta ante la falta de médicos de familia y pedíatras en Atención Primaria, para lograr la tasa de reposición a medio plazo, porque, según indican en un comunicado, “de lo contrario el primer nivel asistencial colapsará, generando un efecto dominó en el resto del Sistema Público de Salud” regional.

Volverá a colapsar

CESM Galicia tiene claro que, si una parte de los Médicos Internos Residentes (MIR) no se muestran atraídos por la Primaria, es porque “los gestores nunca se han preocupado de que la Medicina de Familia se viera como atractiva por la cercanía con el paciente, porque no han sabido establecer mecanismos de fidelización y porque la sobrecarga de trabajo es totalmente inasumible”.

Si no se ponen ahora soluciones, el futuro todavía es más desolador, según el Sindicato Médico. Y esto es así porque en los próximos 5 años “el 40% de los 2.250 médicos de Familia y Pediatras de Atención Primaria” del Servizo Galego de Saúde, Sergas, que suponen 900 profesionales, “podrían optar a la jubilación, incrementando notablemente el déficit actual”.

Además de lo anterior, CESM Galicia ha aprovechado para reclamar a la Xunta que refuerce este nivel asistencial durante el verano que está a la vuelta de la esquina. La petición es recurrente y responde a la necesidad real de que con las vacaciones “la plantilla se reducirá un tercio, y los facultativos tendrán que atender a los pacientes de sus compañeros”, a los que tendrán que sumar los turistas que llegarán a Galicia. 

Si no se adoptan medidas en este sentido, los facultativos prevén otro verano más “el colapso en Atención Primaria”.