El presidente de la Xunta de Galicia se mueve en los últimos meses en el descrédito mediático y social provocado por proyectos considerados estratégicos, bien por intereses reales, bien por cuestiones más partidistas, como así denuncian desde la oposición y los colectivos que se han posicionado en contra.

Curiosamente, todos estos proyectos que Alfonso Rueda y su equipo se han propuesto impulsar y defender – en ocasiones como si fueran realmente públicos- chocan con el medio ambiente en sus diferentes versiones. Es el caso de la ciudad deportiva del Real Club Celta de Vigo, que puso en pie de guerra a los vecinos del lugar y que acumula varias denuncias y sentencias en contra. Finalmente, un acuerdo in extremis con la comunidad de montes afectada ha propiciado que salga adelante y deje a un lado el apartado judicial.

Los parques eólicos también suponen un dolor de cabeza constante debido a los fallos en contra de los tribunales. Algo similar ocurre con la explotación minera de Touro- O Pino, que el Ejecutivo autonómico ha decidido conceder la autorización para que reabra, después de que la negase hace solo unos años.

Sin embargo, el gran proyecto que ha generado una crispación social inédita es la macrocelulosa que la multinacional portuguesa Altri quiere construir en el concello lucense de Palas de Rei.

En la última sesión de control al Gobierno gallego, ante las acusaciones de oscurantismo, Rueda decidió dar un golpe de timón y, sabiendo que el reglamento y los tiempos favorecen a la formación que está al frente, señaló que en el Debate sobre la Autonomía se abordará este asunto. En realidad, nadie cree que vaya a dar a conocer la documentación sobre la fábrica que desde hace ya muchos meses reclaman los grupos de la oposición y los colectivos sociales, profesionales y ecologistas que se muestran contrarios a la misma.

Ante este panorama, BNG y PSdeG empiezan a adelantar sobre qué asuntos centrarán sus intervenciones, porque a pesar de las dudas que existen alrededor de la factoría lusa, son muchas las materias que han levantado críticas.

Así, Aná Pontón adelantó este domingo que, además de asistir al Debate con “ánimo constructivo”, no pasará por alto cuestiones que cataloga como de gran importancia y que describe como “el deterioro de la sanidad pública, el encarecimiento de la vivienda, la educación o la atención a las personas mayores o con dependencia.

La líder nacionalista abogó por ese “espíritu constructivo” para dar importancia a lo que es importante para los gallegos “frente a un Gobierno de Rueda que trabaja para las empresas amigas del PP y grandes multinacionales”.

"Huir de la autocomplacencia"

De este modo, según comentó, con una tendencia de subida constante del precio del alquiler de la vivienda es preciso un "cambio de rumbo" que frene “la especulación” de la que culpó directamente al Gobierno presidido por Alfonso Rueda puesto que “se pasó 15 años dinamitando las políticas sociales en este sentido y ahora promete hacer en cuatro años lo que no hizo en quince".

Ante esto propondrá en el Debate la creación de un “verdadero parque público de vivienda, que incorpore 12.000 nuevos pisos, hasta alcanzar los 16.000 en dos legislaturas”, a lo que suma una estrategia para poner fin a la escalada de precios en el mercado libre.

La vivienda será uno de los temas principales para el Bloque, al igual que la sanidad pública y los problemas que arrastra desde hace muchos años.

En una línea similar se moverán los socialistas. Su viceportavoz en el Parlamento autonómico, Elena Espinosa, aconsejó a Rueda que “aproveche” el Debate do Estado da Autonomía para ofrecer las explicaciones a la ciudadanía y “huir de la autocomplacencia que lo caracteriza”, mencionando lo que definió como “la loa” que “organizó la semana pasada, con un acto en el que se presentaron como favores lo que en realidad son derechos: vivienda, ayudas, atención social...”.

En la actualidad, “tenemos la sanidad pública en uno de sus peores momentos, el acceso a la vivienda está bloqueado, el gallego pierde hablantes, los concellos están asumiendo y pagando funciones que le corresponden a la Xunta y el apoyo a la industria prácticamente desapareció”, explicó Espinosa.

A pesar de los temas que se tratarán en el Debate, la dirigente socialistas es clara al indicar que “salvo sorpresa mayúscula”, el encuentro en el Parlamento gallego será “más de lo mismo”, es decir, con “un presidente que oculta su inacción detrás de la soberbia. Esa es la realidad tras 16 años de gobierno del PP: una Galicia estancada y cada vez más alejada de los que podría ser”.

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