El problema de los botellones en la calle o de celebrar lo que sea en la vía pública sin tener en cuenta el descanso de los vecinos de la zona, es algo casi endémico en España, aunque es cierto que en algunas ciudades, por diferentes circunstancias, el inconveniente de trasladar la ‘fiesta’ a la calle se ha convertido en suplicio que afecta a la salud.

Santiago de Compostela, por su cualidad de universitaria, lleva años padeciendo este fenómeno del disfrute callejero. Por algunas zonas es imposible casi caminar a determinadas horas por la cantidad de gente que se acumula en ellas.

Sin ir más lejos, el corazón de la urbe en la que se celebra el Xacobeo 21-22 se ha transformado en las últimas semanas en un hervidero de personas que, tras llegar la hora del cierre de los establecimientos de ocio, deciden seguir con el jolgorio en la vía pública.

Un lugar concreto es el centro neurálgico de estas situaciones: la discoteca Ruta. En las proximidades del local, una vez cierra sus puertas, se concentran decenas de jóvenes. Uno de los momentos más complicados se vivió en la madrugada del jueves al viernes, en esta zona de la capital gallega.

En medio de esta fiebre por sacar la fiesta a las calles cerca de 2.000 personas se dieron cita para celebrar un macrobotellón. La cosa, como era de esperar, se desmadró y tuvo que intervenir la policía nacional. Incluso, algunos testigos hablaron de que los agentes se vieron obligados a disparar salvas al aire para disuadir la concentración.

Ahora, los responsables de la discoteca Ruta han querido ponerse en la piel de los vecinos que, noche tras noche, deben soportar el ruido y, ya por la mañana, la suciedad y la inseguridad en algunos casos. Lo han hecho haciéndose eco del escrito que dejó un padre o madre pegado en la puerta del propio establecimiento.

Escrito publicado por la discoteca en su perfil de Instagram

En la nota, escrita de puño y letra, este progenitor o progenitora, tras afirmar que "estás de fiesta y tienes derecho a pasarlo bien", informa de que tiene un hijo que, tras llevar “toda la semana durmiendo mal” finalmente “acabó enfermando”. Continúa con su explicación señalando que, a causa del ruido, antes de caer enfermo, el pequeño “lleva dos días mal. Muy somnoliento y necesita descansar”. Por eso, se dirige directamente a los jóvenes al plantearles que “no necesitas gritar, cantar… para pasarlo bien”, y de esta manera, les pide que pueden “dejarlo recuperarse”.

La carta en la que no aparece la identificación de quien la escribe ha sido publicada por la discoteca Ruta en su perfil de Instagram, en el que, además, los propietarios del establecimiento se suman a la petición de este padre o madre al subrayar que “queremos compartir con vosotros esta reflexión de un vecino o vecina. Por favor, divirtámonos con respeto".

La publicación ha tenido en apenas un días decenas de interacciones.