La política lleva a sus representantes a hacer cosas que sorprenden, en ocasiones mucho, a la ciudadanía que, por otra parte, es la que les ha puesto en sus cargos públicos.

En esta categoría quizás habría que incluir un proyecto que hoy mismo ha denunciado el PSdeG y que la Xunta de Galicia tiene intención de impulsar en Miami.

Lo hizo el diputado socialista Pablo Arangüena que en la comisión del Parlamento autonómico preguntó sobre el cruceiro que el ejecutivo que preside Alberto Núñez Feijóo va a financiar en la conocida ciudad estadounidense, con una cantidad de casi 20.000 euros.

El parlamentario, a raíz de la comparecencia del director general de Relaciones Exteriores y con la Unión Europea, le pidió explicaciones sobre este particular. En concreto, cuestionó la “utilidad” que va a tener esta iniciativa para “solucionar” las demandas sociales, sanitarias o económicas de los gallegos residentes en el extranjero, que son, según dijo, “ingentes”.

Desde el PSdeG se señaló que este cruceiro y su instalación en tierras norteamericanas, es un “ejemplo paradigmático” de lo que califican como “falta de criterio y de transparencia” en relación con la ejecución, los costes y el grado de cumplimiento de los objetivos de la Estrategia Gallega de Acción Exterior. Curiosamente, esa supuesta ausencia de claridad se produce en medio de la polémica a la que se sumó en los últimos días el presidente gallego sobre el reparto de las ayudas procedentes de la UE. Feijóo, siguiendo la línea del líder de su partido, Pablo Casado, y de otros presidentes ‘populares’, no descarta acudir a los tribunales para denunciar ese reparto.

Pablo Arangüena, con respecto al tema del cruceiro, lamentó que la propia comparecencia de Jesús Gamallo, director general en la materia, no haya servido “absolutamente para nada” y estuvo muy lejos de ser “esclarecedora e ilustrativa”. En su opinión, no hizo “ningún tipo de valoración de las actividades llevadas a cabo” por su departamento.

Este área, muy utilizada por la Xunta de Galicia, siempre ha estado rodeada de polémica. Muchos la han visto, sobre todo en su acción en Latinoamérica y América del Norte, como una especie de embajada recaudadora de votos en los procesos electorales.

Hoy mismo, la propia dirección general publicó un comunicado en el que subraya la necesidad de que “Galicia siga apostando por el sector empresarial en el exterior” remarcando la necesidad de abrirse en este sentido más allá de Europa en estos tiempos de pandemia.

Pablo Aranqüena, no obstante, se quejó en el Parlamento regional de que Gamallo no ofreciese dato concreto alguno sobre la repercusión y la relación entre los gastos y los beneficios de las acciones llevadas cabo en 2021 en el extranjero “por los altos cargos del Gobierno gallego.

A su juicio, lo que hizo este miércoles el director general es “una relación de viajes de Feijóo, de conselleiros y de directores generales”, pero sin ofrecer datos de la “repercusión” de los mismos.

Por esto, aprovechó su pregunta para reclamar un informe detallado que vaya más allá de la enumeración de los viajes e incluya un balance de los mismos. Sobre esto, recordó que el propio documento recoge que debe haber una evaluación anual de los logros conseguidos y del grado de cumprimento de los objetivos, pero esa información “no aparece por ningún lado”. Algo que, por otra parte y tal y como aseguró, se repite desde 2018.