Desde que saltara a la luz pública el caso de las denuncias por presunto acoso sexual atribuidos al ex presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, no son pocas las voces que se han venido pronunciando y con contundencia contra la actitud mantenida por la dirección de la formación en Galicia.
Una de las políticas que se pronunció con más claridad es la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, quien ante este asunto que además de al PSdeG salpica a otras federaciones socialistas, reinvidicó que su partido es el que defiende el feminismo, al tiempo que, al hilo de estos episodios, lamentó un pronunciamiento claro por altos cargos de su partido.
Según dijo ,”he echado en falta las voces de los hombres poderosos de mi partido, de cargos públicos y orgánicos", al tiempo que aclaró que “no voy a señalar a nadie, es una reflexión", aunque es muy evidente que entre los destinatarios de esta afirmación se encuentra el actual secretario general de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro.
Cabe recordar que esta misma semana Inés Rey firmó con otras seis alcaldesas del PSdeG, y mujeres y hombres de la formación, un manifiesto que respalda la dimisión de Silvia Fraga como secretaria de Igualdad del partido en Galicia. Fraga dejó su cargo orgánico como protesta por la gestión de la actual dirección frente a las acusaciones por supuesto acoso sexual contra Tomé.
El Gobierno, “claro y contundente”
"Este ha sido siempre y será el partido de las mujeres, de la defensa del feminismo y que tenemos que cuidar y preservar", dijo este lunes la regidora coruñesa. Para evitar mayor erosión interna también aclaró, tras instar al PP a “hacérselo mirar”, recordando sus pactos con "la ultraderecha y los que niegan la violencia machista", que es necesario dejar a un lado “teorías de conspiración”, en referencia a lo que pueda ocurrir en su propia formación.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, aprovechando un acto en Ferrol, quiso reiterar el “compromiso” del PSOE con las víctimas y la lucha contra la violencia de género.
Blanco se centró en sus palabras en el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre quien aseguró que había sido "claro y contundente" en cuanto a la posición del partido ante estos episodios.
Según sus palabras, su formación “tiene un protocolo específico para este tipo de agresiones, que funcionó de inmediato. Se tomaron medidas rápidas y contundentes", para añadir que “seguirá defendiendo políticas feministas en todos los ámbitos”.
El que también se pronunció sobre este asunto ayer tras la reunión del Consello de la Xunta fue el presidente gallego, Alfonso Rueda.
Curiosamente, no dudó en criticar el “cinismo” de los socialistas gallegos, así como del BNG “por ponerse de perfil”, en referencia a las denuncias por supuesto acoso contra José Tomé.
Rueda aconsejó a Besteiro “más contar la verdad", y aunque decidió no pronunciarse sobre si el secretario general del PSdeG debe dimitir o no, aprovechó la coyuntura para señalar que, según los pasos dados "lo que se está viendo" es que "la falta de unidad y la desorganización" que ya se podía "adivinar en otras cuestiones" y que da pie a los "tan tradicionales ajustes de cuentas" internos del PSOE.
Se da la circunstancia de que sobre el presidente gallego pesa la decisión tomada respecto al ex conselleiro Alfonso Villares, quien está inmerso en un proceso de presuntos abusos sexuales.
Rueda decidió cesar a Villares cuando se conoció públicamente el asunto, pero la denuncia había sido interpuesta meses antes, y de la que tenía constancia el presidente de la Xunta mucho antes de que se adoptase la decisión de abandonar el Gobierno, como él mismo reconoció.
Como era de esperar el líder de los 'populares' gallegos defendió su gestión de este caso y se defendió este lunes diciendo que él “no mintió en ningún momento”. Así recordó que “en cuanto hubo un pronunciamiento judicial” adoptó la medida de hacerle dimitir de todos sus cargos.