Alberto Núñez Feijóo estará este sábado a Galicia. En realidad, no ha dejado de venir en las últimas semanas, sin saberse si de vacaciones -parece que ahora sí lleva unos días- o por proximidad. Se comenta que ha estado más últimamente que durante los meses en los que compatibilizaba su cargo de presidente de la Xunta con el rol de aspirante a la dirección de su partido.

Sin embargo, su presencia gozará en esta ocasión de un punto incontestable e histórico. Si desde 2009 – cuanto accedió por vez primera a la presidencia autonómica- hasta ahora, siguiendo la tradición 'popular' post Aznar de arrancar el curso político en tierras gallegas, Feijóo era el anfitrión, ahora este papel le corresponde a Alfonso Rueda, mientras que el de Os Peares ocupará el papel protagonista como presidente del principal partido de la oposición.

Feijóo, no obstante, llegará a Cerdedo-Cotobade marcado por las afirmaciones que sobre él ha realizado el secretario general de los socialistas de Galicia, Valentín González Formoso, a raíz de la negativa anunciada por el PP de no apoyar el decreto de medidas de ahorro energético.

El líder del PSdeG confesó sentirse “avergonzado como gallego” de que Alberto Núñez Feijóo, en su papel de máximo responsable del PP, sea un “gallego que tiene asumida una postura contraria a una demanda de Europa”, recordando que ya antes bendijo “la entrada” de la ultraderecha “en el Gobierno de Castilla y León”.

Formoso añadió que esa fue la primera decisión de un Feijóo que continuó ordenando en el Senado “votar en contra de prohibir el acoso a las mujeres que quieren ejercer su libre derecho a abortar”.

Volviendo al tema energético, el responsable de los socialistas gallegos aseguró que la negativa a apoyar el decreto esta semana es un dato fundamental para que “toda España” conozca la realidad de la "figura política de Feijóo y su forma de actuar torticera, partidista e irresponsable”.

Medidas que ya tiene la Xunta

Valentín González Formoso no quiso pasar por alto que, curiosamente, la propia Xunta de Galicia de la que ha sido presidente Feijóo hasta hace apenas 3 meses, “recomienda poner el aire acondicionado a 26 grados y la calefacción a 19”, es decir, nada más y nada menos que en la práctica “las mismas medidas que ahora quiere votar en contra para todo el Estado”.

El Alberto Núñez Feijóo que “nos quiere alejar del futuro, de Europa y de las grandes democracias”, como define Formoso, pasa estos días en el concello pontevedrés de Moaña, en la parroquia de O Con desde donde, con seguridad, observa su residencia en Vigo.

Un medio a nivel nacional hacía estos días un reportaje muy amable del aspirante a sustituir al presidente del Gobierno Pedro Sánchez, con fotos incluidas regresando de la playa, hablando con alguna vecina del lugar e, incluso, recordando que el paseo marítimo por el que hace deporte lo “comenzó él mismo y finalizó (...) siendo vicepresidente y conselleiro de Obras Públicas”.

El sábado se desplazará desde Moaña hasta Cerdedo-Cotobade, también en la provincia de Pontevedra. Serán 55 kilómetros en los que tendrá que invertir una hora, fruto de la red de carreteras de Galicia que no han mejorado desde hace décadas y que han dado como resultado que, por ejemplo, la autovía A-52, que conecta Madrid y la Meseta con estas tierras hasta Vigo, no tenga una conexión con Pontevedra, capital provincial y de las Rías Baixas.

Feijóo presidirá por vez primera el cónclave 'popular' que levantará el telón del curso político. Lo hará en territorio amigo y entre amigos con un claro objetivo: La Moncloa. Ayer, para calentar motores, asistió al concierto que C Tangana ofreció en Vigo. Junto a él, su sucesor en la Xunta, Alfonso Rueda, y el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla.