Ha llegado el día. Galicia, después de casi 20 años esperando, de anuncios vacíos y de intenciones incumplidas, dispone ya de AVE, o casi, porque todavía restan algunas conexiones con ciudades y capitales. Hoy el Rey Felipe VI, acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, las ministras de Transportes, Raquel Sánchez, y de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y altos cargos de las administraciones central y autonómicas, han partido a las 09.40 horas de la capital. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, se ha unido a la comitiva más adelante, mientras que su homólogo castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, anuló su presencia al anunciar el adelanto electoral en su región.

En total, esta línea de alta velocidad que conecta el nororeste con el centro del país ha necesitado, por ahora, de una inversión de más de 10.600 millones de euros. En concreto, se ha abierto el tramo entre Pedralba de la Pradería (Zamora) y Ourense, un total de 119,4 kilómetros de longitud a los que se han destinado alrededor de 2.965 millones de euros y que, a la postre, supone la continuidad de otra parte del trayecto que entró en servicio hace un año y que une Zamora y Pedralba de la Pradería.

En el marco del viaje de hoy, Felipe VI ha inaugurado la estación de A Gudiña a la que se ha dado el nombre de ‘Porta de Galicia’ al ser la primera en territorio gallego del nuevo AVE. El monarca ha descubierto una placa conmemorativa de este primer viaje que une por medio de la alta velocidad la capital española con Galicia y ya en Ourense se ha dado por finalizado el acto de este lunes con las intervenciones de las autoridades. “Día histórico” ha sido la expresión más utilizada.

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En la lista de invitados también figuraban todos los exministros gallegos de Fomento, como Ana Pastor o Pepe Blanco. Precisamente, el ex ministro de Fomento durante los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero ha señalado, en relación a la inversión que se realizó para la alta velocidad gallega en aquellos años, que "no hay que ponerse medallas, es un éxito de todos y ha merecido la pena. Es un día muy emotivo porque se ha contribuido a conectar un rincón de España, más tarde de lo esperado pero antes que otros territorios". 

La alta velocidad de Galicia arranca en la bifurcación de la línea Madrid-Valladolid en Olmedo y finaliza en Santiago de Compostela (unos 418 kilómetros), donde enlaza con el Eje Atlántico gallego (Ferrol-Coruña-Santiago-Pontevedra-Vigo-frontera portuguesa), aunque desde Ourense la vía es de ancho ibérico, lo que no permite la continuidad de cualquier tren a partir de Ourense.

Con la apertura de esta línea que mañana inicia su periplo comercial el tiempo de viaje entre Madrid y Ourense se reduce hasta las dos horas y 15 minutos, a Vigo de 4 horas y 16 minutos, a Pontevedra de 4 horas, a Santiago de 3 horas y 20 minutos, a A Coruña de 3 horas y 51 minutos y a Lugo de 4 horas y 46 minutos.

Un dato importante es que todos estos tiempos se verán reducidos en 20 minutos con la futura llegada de los trenes de la serie 106 de Talgo, los conocidos como Avril, que permitirán además llegar hasta Ourense y seguir al resto de ciudades gallegas sin necesidad de cambiar de tren.

La "Galicia aislada y brumosa"

Este dato es crucial para que Renfe logre el objetivo empresarial que persigue con la alta velocidad gallega. Este pasa por restarle al avión una parte importante del pastel de los viajeros entre la capital del Estado y Galicia, ahora mismo repartida en un 80% para el avión y un 20% para el tren y que se distribuyan al 50 por ciento entre ambos medios. Para ello, la compañía ferroviaria también hará que su división de bajo coste, Aylo, opere en este línea.

Además de “día histórico”, la sensación y así se ha puesto de manifiesto en Ourense, es que con el viaje de hoy se paga “una deuda” también “histórica con esta Comunidad Autónoma, tal y como ha asegurado la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, quien incluso ha llegado a hablar de el viaje inaugural de hoy hace posible “acabar con una vieja injusticia”.

Cabe recordar que el primer viaje entre Madrid y Galicia se produjo en 1882 y duraba 34 horas. La titular ministerial también ha aprovechado para anunciar, de cara a 2022, más inversiones en Galicia en materia de ferrocarril por importe de 420 millones de euros. Sánchez ha resaltado la “importancia” que el transporte ferroviario tiene para el Gobierno, y que su modernización “en Galicia con la llegada del AVE. La Galicia aislada y brumosa que describía Valle-Inclán es hoy historia", ha indicado.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, además de afirmar que el AVE "no solo hace justicia con esta tierra, sino que beneficia al conjunto del país", ha defendido la apuesta por la alta velocidad porque Galicia "está llamada a jugar un papel imprescindible en cuestiones clave como la transición energética, la lucha contra el cambio climático, la digitalización o para combatir el reto demográfico". A modo de conclusión, ha agregado que, ahora mismo, "necesitamos la mejor versión de Galicia".