Estos días, desde la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia se vende la posibilidad que tienen los residentes en la zona sanitaria de Vigo de elegir hospital preferente en caso de necesitarlo.

La medida, que finaliza el 2 de noviembre próximo, no es menor. De ella puede hacer uso el 43 % de los mayores de 14 años que residen en municipios como Cangas, Moaña, Nigrán, Baiona, Gondomar y una parte destacada de la propia ciudad olívica.

Sin embargo, a tenor de lo que dicen desde la Asociación Galega para a Defensa da Sanidad Pública (AGDSP), esta opción encierra cuestiones que son, como poco, sospechosas. Explican en un comunicado que, como indica la propia Consellería, la elección se limita al Hospital Álvaro Cunqueiro o a POVISA, el mayor hospital privado de Galicia, situado en la localidad viguesa.

Según este colectivo, en relación con este último centro hospitalario, en realidad se trata de “un negocio para las empresas multinacionales”, en referencia a su paso por diferentes compañías tras su venta por parte del grupo gallego Nosa Terra. Además, la Asociación denuncia que estos cambios nuncan tienen en cuenta “los intereses sanitarios de la población”.

Cronológicamente, POVISA pasó del consorcio gallego a una multinacional americana propietaria del Grupo Ribera Salud. Lo hizo por el “irrisorio precio de 24 millones de euros”; esta afirmación la apoya la plataforma señalando que el hospital vigués “recibe más de 80 millones de euros al año de la Xunta de Galicia”, lo que califica como “todo un pelotazo”.

Tras esto fue vendido a Vivalto Santé, “tercer grupo sanitario privado de Francia y también tiene intereses en residencias de mayores”, en concreto, la marca Solimar que adquirió en 2020 y que supuso su entrada en el territorio español. Ahora, se da la circunstancia de que este grupo debe negociar el nuevo concierto con el Gobierno gallego puesto que el que está en vigor concluye a mediados del año que viene y no hay posibilidad de prórroga. Los defensores de la sanidad pública denuncian que, actualmente “esta negociación, absolutamente opaca e incierta, se lleva a cabo al margen de la población que atiende que asciende a 123.135 personas”.

Es curioso, según explica esta plataforma, como debido a que el actual concierto entre Xunta y POVISA “tiene pérdidas de 30 millones de euros anuales, parece claro que Vivalto va a pedir un aumento sustancial en el precio por paciente (540 euros)”, además de otras modificaciones que le permitan ahorrar “costes” y, por lo tanto, “su cuenta de resultados”.

Pierden pacientes

La denuncia de la Asociación Galega en Defensa da Sanidade Pública va más allá y acusa a la Xunta gobernada por el PP con mayoría absoluta, de dar “un trato especial” a POVISA en comparación con el que otorga a los hospitales públicos.

Ahora mismo, el Servizo Galego de Saúde, Sergas, deriva pacientes al centro privado desde los públicos, incluido el propio Álvaro Cunqueiro, el más nuevo de la zona y que fue vendido en su momento por parte del entonces presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, como el nuevo modelo para Galicia. Al margen de otras consideraciones, “POVISA vive del dinero público”, hasta el punto de que -añade la Asociación- “el 72% dos sus ingresos provienen del Sergas”, es decir de la Xunta.

En la actualidad, según el colectivo, el hospital privado ubicado en Vigo “dispone de menos recursos que los públicos” y carece de importantes servicios, lo que explica que cada vez más la población elija el de referencia, de carácter público.

Con POVISA, tal y como indican desde la AGDSP, se está dando un situación que roza la irregularidad. “Muchos pacientes reciben ofertas para ser atendidos en el área privada”. El objetivo de esto es “sortear así las listas de espera del propio centro”, que a día de hoy dispone de un 80 por ciento de camas públicas. Con este comportamiento se “aprovechan de la falta de transparencia”, una situación que ya denunció en su momento el Consello de Contas de Galicia. Este organismo llegó a apuntar que el Servizo Galego de Saúde debería “implementar mecanismos efectivos para el seguimiento y evaluación de la prestación sanitaria por parte del ente concertado, así como de sus sistemas de información, de forma que los resultados de la citada auditoría, tengan un mayor peso específico en la retribución para satisfacer a Povisa".

Las quejas que han plasmado en un documento los defensores de la sanidad pública gallega tienen su reflejo en el número de reclamaciones que recibe este centro privado, que “se duplicaron desde la entrada en vigor del concierto”.

Ante esta situación, la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública es clara al “aconsejar” a la población que elija el Hospital Álvaro Cunqueiro, al tiempo que insta a la Consellería de Sanidade a que “no renueve el concierto singular” y “adquiera” el centro PROVISA con el propósito de “garantizar una atención de calidad y la seguridad del personal que trabaja en él”.