En el real de la Feria de Sevilla. A las puertas de una caseta privada, con Macarena Olona saliendo como anfitriona invitada a recibir a Juan Manuel Moreno Bonilla. La foto más esperada de la dupla llamada a formar coalición tras el 19 de junio se ha producido este jueves: él, en traje azul marino, inmaculadamente presidencial; ella, metida en el papel luciendo de forma orgullosa un escotado traje de flamenca celeste y rojo, adornado con un mantón de manila tendencia esta temporada y floridos faralaes a las mangas.

Ha sido el presidente de la Junta de Andalucía, principal favorito a revalidar el cargo tras la cita electoral, el encargado de mostrar la instantánea a través de sus redes sociales. Lo ha hecho en una publicación que cuenta con tres fotografías más: en una de ellas, el popular posa visiblemente sonriente junto a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el titular de Consumo, Alberto Garzón, en la caseta de la Unión General de Trabajadores. Para coincidir con Olona ha tenido que avanzar algo más por el real, ya que la de Vox, fiel a su estilo, no ha dejado pasar la oportunidad para dar un rejonazo diciendo que no pisaría la caseta de quienes han arruinado al pueblo andaluz.

Este no ha sido el único envite que han protagonizado los dos candidatos de la derecha llamada a reinventar el Gobierno de Andalucía. El presidente ha pedido a los andaluces que opten por la serenidad, por el equilibrio, por las opciones más alejadas de la radicalidad y los extremismos. Dardo que no quedaría sin respuesta. Olona, al igual que el resto de dirigentes de Vox que han tenido la oportunidad de hablar sobre los comicios andaluces en las últimas fechas, no ha dudado en acusar al PP andaluz de hacer seguidismo de las políticas perpetradas por el socialismo en las décadas previas al cambio de Gobierno resultante de las urnas de 2018: “Es un escándalo", ha reafirmado la diputada de Vox, en referencia a que el PP  dejara pasar el plazo de oposición a los recursos de casación de los ex altos cargos socialistas en el caso de los ERE.

Es la estrategia a seguir. La extrema derecha quiere realizar una campaña frontal contra el PP, al contrario de lo que sucediese en Madrid, donde, conscientes del tirón mediático y popular de Isabel Díaz Ayuso, prefirieron optar por un perfil bajo y no confrontar con su previsible socio de Gobierno. En Andalucía las cosas serán diferentes. Es su tierra fetiche, donde la formación penetró con 12 diputados en 2018 y donde quieren obtener un resultado que los homologue para ser aspirante real a convertirse en fuerza aspirante a ganar elecciones generales. “El resultado será increíble para propios y extraños, incluso para nosotros mismos”, vaticinaba este miércoles el secretario general, Javier Ortega Smith, a la salida de un acto en la sede de Almería.

“Estoy cada vez más convencido de que la inmensa mayoría de los andaluces no quieren polarizaciones, radicalidad, no quieren posiciones muy extremas", ha explicado, por su parte, Juanma Moreno, quien se ha mostrado, al menos de cara al público, confiado en “conseguir una mayoría fuerte, segura, constructiva, serena”.

Por el momento, el juego se libra en los despachos: los trackings internos de los partidos son inciertos, igual que los publicados por los medios de comunicación. Mientras en el PP se muestra confiados en repetir lo sucedido en Madrid, consiguiendo más diputados por ellos mismos -sin contar con Vox- que toda la izquierda junta, la penetración de Vox dificulta sobremanera estas aspiraciones. Este viernes, ElPlural.com publicará en exclusiva el segundo ElectoPanel realizado por Electomanía sobre las elecciones andaluzas. Los datos, por el momento, son claros: Vox, de consumarse los pronósticos, tendría más mando en plaza del que desearían los populares.