El buque Rainbow Warrior, tenía previsto atracar en el puerto vigués el pasado 23 de julio, en el marco de la gira que ha realizado por distintas ciudades españolas para demandar acciones urgentes contra la crisis climática, pero dada la “actitud hostil y obstaculizadora”, según manifestó Greenpeace, de la Autoridad Portuaria de la ciudad olívica canceló la visita y la trasladó a Vilagarcía.

De hecho, el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique López Veiga, indicó en una carta a Greenpeace que rechazaba su invitación para visitar el buque al considerar que la organización ecologista "se dedica a denigrar la imagen de los pescadores gallegos"

Con todas las trabas que impuso el representante del gobierno de Feijóo para que el barco hiciera su tercera escala en Vigo, finalmente el puerto situado en la ría de Arousa fue el lugar en el que “más de 5.000 personas visitaron el velero en tan solo dos días”, ha manifestado a este medio Manoel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia. De hecho, en este tour, ha añadido el responsable, “hemos estado en ciudades más grandes: Barcelona, Málaga y Palermo, entre otras, pero en ningún sitio hubo tantos visitantes como en Vilagarcía. En dos días batió el record europeo de visitas”.  

El objetivo de la visita del Rainbow Warrior es acercar a la ciudadanía su campaña ‘En marcha por el clima’ que, bajo el eslogan ‘Cambia la Energía no el Clima’, denuncia las graves consecuencias del cambio climático e informa de las opciones disponibles para la participación ciudadana activa en la transición energética. 

En plena ola de calor, que debido al cambio climático es un fenómeno cada vez más recurrente e intenso, la llegada del buque sirve para denunciar la inacción política frente a una emergencia climática que ellos mismos reconocen. También busca señalar a las empresas que encubren su actividad contaminante con campañas de lavado de imagen. Además el famoso velero viene también a exigir soluciones urgentes. Compromisos que, ante la pasividad de los líderes políticos, empiezan a llegar de manos de la ciudadanía.

Con este fin los visitantes han podido participar en talleres, visitas guiadas por el barco y un concierto. Además de las reuniones con representantes políticos. En este caso todos los líderes de la oposición, además de los alcaldes de Vilagarcía y de A Illa de Arousa han pasado por el buque insignia de Greenpeace. Pero ningún representante del gobierno gallego, ni del Partido Popular, a pesar de que “les hemos invitado. Es una pena porque nos gustaría hablar con el ejecutivo autonómico sobre el cambio climático, pero serán ellos los que tendrán que responder porqué no están interesados en hablar con las organizaciones ecologistas”, ha sentenciado Manoel Santos.