En un escrito publicado en su página web, Martin Schulz agradece las más de 40.000 cartas que ha recibido tras las palabras de Vidal Quadras, pero considera que "no le corresponde al presidente del Parlamento Europeo juzgar el contenido de las declaraciones de uno de sus miembros y tomar medidas disciplinarias". A su entender, "corresponde a los votantes de Catalunya hacer esta valoración".

Schulz aclara en su escrito, que ha enviado a los eurodiputados catalanes que se quejaron de las palabras de Vidal-Quadras, que los comentarios del eurodiputado del PP "reflejan una opinión personal" en el contexto interno español y no se hicieron "en su capacidad de vicepresidente del Parlamento Europeo". No obstante, envía un mensaje claro a Vidal-Quadras: la Cámara está "completamente comprometida con la libertad de expresión y por lo tanto respeta el derecho de los ciudadanos a manifestarse pacíficamente".

Más de 40.000 cartas criticando a Vidal-Quadras
Schulz recibió más de 40.000 cartas referidas a los comentarios de Alejo Vidal-Quadras, resultado de una campaña de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) en la que se pedía enviar cartas a Martin Schulz mostrando su "gran preocupación" por unas palabras que "parecen provenir de una persona con una mente no-democrática y nos recuerdan peligrosamente el régimen fascista militar de la dictadura de Franco". Los firmantes de la carta reclamaban a Schulz que emprendiera "acciones adecuadas para disciplinar el Sr. Vidal-Quadras y prevenir actitudes similares en el futuro" así como que impulsara "una declaración clara contra el uso de la fuerza armada implementando el derecho democrático y humano más básico: el derecho a la autodeterminación". También CiU, ERC e ICV protestaron contra las palabras de Vidal Quadras y pidieron a Schulz que tomara "medidas" si el eurodiputado popular "no hace públicas sus disculpas".

El político popular se ratifica
Pero Vidal-Quadras, lejos de pedir disculpas, ha enviado una carta a Schulz en la que se ratifica en sus declaraciones sobre la intervención a Catalunya y acusa a los "separatistas" de tramar una ofensiva que, a su juicio, no es "ni pacífica ni democrática", porque “liquida el pacto de la transición de 1978, base de nuestra convivencia en armonía y libertad. Y no es democrática porque prescinde de la voluntad del pueblo español en su conjunto, único sujeto de soberanía de nuestra nación".

Ingratitud, insolidaridad e irresponsabilidad
Para el político popular, "un ataque de esta dimensión al orden constitucional" lleva consigo "un ejercicio muy peligroso de ingratitud, de insolidaridad y de irresponsabilidad, impropio de dirigentes políticos europeos que tengan un mínimo sentido de la medida". Sobre la referida “ingratitud”, Vidal-Quadras aclara que “el estado ha hecho un gran esfuerzo político, legislativo, administrativo y financiero para transformar un estado tradicionalmente centralista en uno de los más descentralizados del planeta '.

La mala gestión de los nacionalistas
Vidal-Quadras dice a los eurodiputados que "treinta años de gobiernos nacionalistas intervencionistas y despilfarradores en Catalunya han llevado la administración regional a la insolvencia" y defiende que los que quieren la independencia "inventan un inexistente déficit fiscal entre Catalunya y España para ocultar su fracaso y propagan la fantasía sobre una Catalunya independiente más rica, cuando en realidad se empobrecería dramáticamente".

El eurodiputado popular añade que "el estado debe aportar recursos cada año para completar la suma necesaria para pagar las pensiones y el subsidio de desempleo de los ciudadanos de Catalunya para que las cotizaciones recaudadas en el territorio no son suficientes".