La crisis en Cataluña ocupa importantes espacios en la prensa internacional, y este viernes The Economist le dedica un editorial, en el que sugiere algunas medidas para intentar salir del atolladero, entre ellas defiende la propuesta del PSOE de "convertir a España en un Estado federal".

Con el titular "It is not too late to stop the break-up of Spain" (No es demasiado tarde para detener la ruptura de España)The Economist afirma que  "la mayoría de los catalanes" verían con buenos ojos la oferta de una mayor autonomía, política y financiera,  una mayor protección de la lengua catalana y algún tipo de reconocimiento de Cataluña como una "nación".

"El señor Rajoy podría incluso aceptar la idea de los opositores socialistas de convertir a España en un Estado federal", dice el artículo publicado en la página web del semanal, donde se aclara que fue publicado en la sección de editoriales de la edición impresa bajo el título "Cómo salvar a España".

"Rajoy llevó a España a una crisis constitucional"
El semanal británico critica con dureza al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien, según dice,  "ha llevado a España a su peor crisis constitucional desde un intento de golpe de Estado en 1981".

"Si el señor Rajoy pensaba que las cabezas quebradas pondrían fin al secesionismo, no podría haber estado más equivocado", dice The Economist, antes de añadir que la gestión de la crisis por parte del Gobierno "sólo ha energizado a sus enemigos y sorprendido a sus amigos", y recuerda que el 3 de octubre, Cataluña "quedó paralizada por una huelga de protesta" y  "cientos de miles de manifestantes marcharon para expresar su indignación".

"Cuando una democracia envía a la policía antidisturbios a golpear en la cabeza con bastones a viejas señoras para impedirles votar, algo ha ido mal", subraya la publicación. "Sólo con la fuerza, el Sr. Rajoy no está impidiendo la ruptura de España, sino acelerándola", añade.

Un desastre para España, Cataluña y Europa

The Economist advierte de que la independencia de Cataluña "sería un desastre para España" porque "el país perdería su segunda ciudad y se arriesgaría a la pérdida adicional de la región vasca", pero, también, para los catalanes, y ésta es "la razón por la cual la mayoría de ellos probablemente se oponen".

La independencia también, tendría consecuencias para "otras partes de Europa", y aquí el semanal cita los casos de "Escocia de nuevo, sin duda, pero también en el norte de Italia, en Córcega y tal vez incluso en Baviera".

¿Quién se cree que Cataluña está oprimida?
La publicación británica recuerda que "una democracia bien administrada debe respetar el estado de derecho", porque es lo que "protege las libertades democráticas", y rechaza las acusaciones de "represión" de los altos cargos de la Generalitat. "Hasta el día del referéndum, nadie que experimentara la vitalidad de Barcelona podría sostener seriamente que Cataluña estaba oprimida". Recuerda, además, que La Unión Europea ha advertido "a los secesionistas que los nuevos estados no tienen derecho automático a unirse" y que ·sin el apoyo de España, Cataluña se encontraría en el lado equivocado de un nuevo muro aduanero".

Según apunta The Economist, el presidente catalán, Carles Puigdemont, "no tiene argumentos firmes para la independencia", basándose en "una estrecha mayoría y sin debate adecuado" en el Parlament.