El Grupo Planeta ha decidido finalmente trasladar su sede social a Madrid. Lo ha anunciado tras la intervención del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el Parlament, donde ha proclamado la República catalana para, un segundo después, suspenderla a cambio de una mediación internacional. Planteta ponía como condición para quedarse una retirada de la declaración de independencia.

Ya el lunes el Consejo de Administración había anunciado su disposición a trasladarse "ante la inseguridad jurídica que se produciría y para proteger los intereses de sus accionistas, empleados y del proyecto empresarial".

José Manuel Lara Bosch, el presidente del Grupo Planeta que falleció hace dos años, advirtió en 2012 que la empresa trasladaría su sede social si el Govern consumaba sus planes soberanistas. Ha sido uno de los pocos empresarios que se ha pronunciado con claridad al respecto.