Estelada desplegada durante la llamada Vía Catalana, la manifestación celebrada por la Diada de Cataluña / EFE
Andreu Viloca, ex tesorero de CDC en la cárcel por presunto delito de corrupción, es un patriota condenado a los calabozos por el estado español. El Quijote se escribió originalmente en catalán. Teresa de Ávila era catalana. Y Leonardo da Vinci también. Los desvaríos que genera el proceso parecen no tener límite. Repasamos una parte del catálogo de enormidades que afirman los partidarios de Mas.
El clarinete y la corrupción
En la página web de Nous Catalans, Nuevos Catalanes, se dice que el ex tesorero de CDC, Andreu Viloca, recientemente detenido por la guardia civil por sospechas de corrupción y financiación ilegal, es un patriota catalán. Para el autor de éstas palabras, Èric Bertràn, es víctimas de la guerra sucia que el estado mantiene contra los patriotas independentistas. Bertràn es el responsable del magazín radiofónico “Els Nous catalans a RKB”, y protagonista de un suceso que en su momento tuvo cierto eco en Cataluña.
En el 2004, con solo catorce años, fue acusado de presuntas amenazas terroristas vía email a una cadena de supermercados, si éstos no etiquetaban sus productos en catalán. Usó su la página web, El Ejército del Fénix, como supuesta organización terrorista. Fue detenido por la benemérita y conducido a la audiencia nacional, la que quiso imponerle una pena de ocho años de reformatorio. Finalmente, y debido a su corta edad, la propia cadena de supermercados, DIA, optó por retirar la demanda.
Actualmente, Bertràn es subsecretario de inmigración de Convergencia, subdirector de la fundación Nous Catalans y presidente del movimiento juvenil Nous Catalans Joves. Éste es el autor de la defensa de Viloca. Citamos textualmente un fragmento, el final, de su alegato: “En un día como hoy es preciso no dejar de pensar en que tenemos a uno de los nuestros encarcelado, el primer preso político del proceso, la primera gran víctima de la revolución de las sonrisas. Ánimos, Andreu, pensamos en ti, luchamos contigo como tú también luchas y, cuando salgas, serás recibido con todos los honores, y a seguir. Patriota, nadie nos dijo que esto sería fácil, pero nunca nos ha dado miedo luchar y es por eso que ganaremos.”
Una deformación de la realidad es imposible encontrarla en cualquier país democrático que se precie de tal, sin pasar un sonrojo monumental. Que presuntos corruptos pasen por héroes es impensable en una sociedad libre. Pero no es el único despropósito que ofrece el variopinto panorama de especies protegidas que ha creado el proceso de Artur Mas. Veamos cómo se coge la historia y se le da la vuelta como a un calcetín.
El Institut Nova Història
Creada el 2007, bajo la premisa de que la historia de Catalunya ha sido tergiversada y manipulada por España, ésta fundación de carácter cultural se dedica a difundir una serie de mensajes, a cual más sorprendente, que pretenden reescribir la historia catalana.
Diversas personas, con el filólogo Jordi Bilbeny a la cabeza, dan conferencias, seminarios y publican artículos o libros acerca de todo lo que España ha usurpado a Catalunya en materia histórica. Véase, por ejemplo, la indudable catalanidad de Santa Teresa, de la que Catalunya Radio llegó a hacerse eco, o el caso de Miguel de Cervantes, que no sería el autor del Quijote, siendo éste obra de un alicantino oriundo de Xixona llamado Servent, y escrito originalmente en catalán.
Siguiendo el hilo, la obra La Celestina no habría pasado en Castilla, sino en el Reino de Valencia, Leonardo da Vinci sería origen catalán, con familia en Barcelona, y el fondo del famoso cuadro de la Gioconda sería un paraje cercano a Martorell. Incluso recibe Lope de Vega, el Fénix de los Ingenios, al que acusan de no poder haber sido tan prolífico y de robar obras escritas originariamente en catalán para, traducidas oportunamente al castellano, hacerlas pasar por suyas.
La cosa no acaba ahí. Pseudo historiadores aseguran que, por una cuestión fonética, el reino de Tartessos estaba situado en Tortosa o que el clarinete es un instrumento de origen catalán, puesto que la palabra es la suma de dos conceptos “Clar” y “net”, claro y limpio, que le van de molde al sonido que produce.
Todo esto y mucho más se considera como dogma de fe por parte de la población que comulga con el proceso. Los presuntos corruptos son patriotas encerrados en lóbregos calabozos, Teresa de Ávila es una catalana de pura cepa, son Leonardo y La Gioconda un pintor y un cuadro catalán y suma y sigue.
Si el clarinete puede ser un invento catalán, las sospechas por el tres por ciento bien pueden ser un invento español. La cosa es seguir en el poder, a pesar de que jugar con la historia y con las palabras es, históricamente hablando, muy peligroso.
Ya lo dejó escrito Viktor Kemplerer en su recomendable obra “Lingua Terti Imperii”, a propósito de la manipulación que se hizo del lenguaje en la Alemania de los años treinta. Cuidado.