Aunque formalmente Junts per Catalunya no es una coalición, en realidad es un grupo heterogéneo formato por dos culturas muy diferentes: la de los seguidores de Carles Puigdemont independientes de partidos y los militantes del PDCat. Pero no sólo, pues dentro del propio PDCat también hay quién se muestra más cerca del candidato a presidente y quien representa la voluntad de la dirección. Hay que recordar que ni Marta Pascal ni David Bonvehí son diputados.

JxCat sorprendió el 21D a la obtener 34 diputados y superar a Esquerra Republicana. Así, la lista elaborada por Puigdemont se colocó al frente de los partidos independentistas. El mensaje de "Puigdemont presidente" llegó al ciudadano independentista.

Al formarse el grupo parlamentario, los principales cargos han ido a las personas de más confianza de Puigdemont, alejadas del PDCat. Así, se han formado como dos grupos internos. Los diputados más afines a Puigdemont, como Elsa Artadi, Eduard Pujol y Gemma Geis son los que coordinan la estrategia y actúan de portavoces, pero los representantes de la cúpula del PDCat pretenden hacer llegar los mensajes del partido que pagó los gastos electorales pero que, en cambio, no recibirá cabeza de las subvenciones públicas a que tienen derecho los partidos que se presentan a unas elecciones y obtienen representación parlamentaria.

A pesar de todo, no todos los diputados que son del PDCat están alineados totalmente con la línea del partido. Algunos, como Albert Batet y Jordi Turull forman parte del círculo de confianza de Puigdemont y se alinean con las tesis de los independientes. En cambio, Josep Rull sería la persona que actúa de mediador entre los dos grupos.

Un ejemplo fue martes cuando un pequeño grupo de diputados quería entrar al hemiciclo a las tres de la tarde para mostrar el apoyo a Puigdemont. Así ya lo habían hecho los cuatro diputados de la CUP. Encabezados por Quim Torra y Aurora Madaula, fueron parados cuando ya estaban entrando. Había reunión de grupo parlamentario y se prefirió, en el último momento, no visualizar unas diferencias internas entre los que estaban dispuestos a quedar alineados con la CUP y los que preferían rehacer las relaciones con ERC.