Sólo eso, hablar, porque ni tan siquiera han iniciado una negociación en serio sobre el tan traído y llevado Pacto Fiscal. CiU, por fin, ha presentado una propuesta que trata de atraer para sí al PSC, que ha cabreado al PP y que ha dejado a ERC con el mal sabor de boca de haber sido usada como un pañuelo de papel que ha acabado en la papelera. Para colmo, los partidos catalanes reunidos bajo el gran epígrafe de gran cumbre no han hablado ni un minuto de cómo Rajoy ha dejado cercenado el Estado del Bienestar y ha puesto a miles de familias al borde del precipicio. Los socialistas lo han intentado pero la pinza PP y CiU ha vuelto a funcionar. Hoy sólo se hablaba de Pacto Fiscal.

El pacto que no importaba antes
El papel presentado hoy por CiU dice que la Agencia Tributaria Catalana llegará a acuerdos con la Agencia Tributaria Estatal. O sea, como puede hacer ahora. Para este viaje, sin lugar a dudas, no hacen falta tantas alforjas. Para más desasosiego ciudadano, el documento cifra el desfalco que según los nacionalistas ha padecido Cataluña desde 1986. Más de 286 millones de euros que España “ha robado” según la nomenclatura nacionalista que, eso sí, mantiene discreto silencio sobre que desde 1986 hasta 2012 siempre han gobernado los nacionalistas excepto durante 7 años. No hay constancia que desde 1986 hasta 2003 los dirigentes de CiU, Pujol incluido, hayan proclamado el Pacto Fiscal como la gran solución a todos los problemas. Hoy, sin embargo, se ha hablado de Pacto Fiscal.

En el limbo
La realidad es más tozuda que las cumbres de los partidos catalanes. Mientras se reunían para no se sabe muy bien qué –la cumbre del Pacto Fiscal-, el Gobierno apretaba las tuercas un poquito más. Después del hachazo a los ciudadanos de ayer, hoy Rajoy y su inefable Montoro han dicho a las autonomías que de relajo al déficit nada de nada. Si estaba previsto un 1,1% para el próximo año ahora un 0,7% y para el 2014 la cosa se aprieta al 0,1%. Cataluña celebraba su gran cumbre pero su conseller de Economía llegaba a Madrid pidiendo árnica. O sea, Cataluña ha pedido que se flexibilice el 1,5% de 2012 y se convierta en un 2% de déficit. Mientras esto ocurría, en Cataluña se realizaba la gran cumbre del Pacto Fiscal.  No parece que Montoro haya escuchado esta petición. Sin embargo, los partidos catalanes estaban en su limbo de Pacto fiscal. Mientras el conseller Mas Colell se desgañitaba en Madrid pidiendo la puesta en marcha de los hispabonos para que las autonomías, Cataluña también, puedan ir al mercado a buscar dinero. Eso sí, la cumbre debatía sobre el pacto fiscal. Cataluña no tiene crédito internacional pero en Barcelona, los partidos –de cumbre- se miran al ombligo. ¡Qué tropa!

Toni Bolaño es periodista y analista político