A los agentes de la Guardia Civil desplazados a Cataluña se les ha abierto un nuevo frente. Al acoso sufrido en los últimos días por parte del sector soberanista, se ha sumado otro, venido, sorprendentemente, de su propio cuerpo.
Esta misma semana distintos medios de comunicación se hacían eco de las lamentables condiciones en las que encuentran los 250 trabajadores que, tras ser expulsados del hotel en el que estaban, fueron realojados en unas instalaciones militares, concretamente, en el cuartel militar de San Clemente.
Que se hiciese público que los agentes tenían como 'lugar de descanso' una nave diáfana sin ducha, toallas, o mobiliario para guardar sus pertenencias, no gustó a su responsable.
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Según ha podido saber ELPLURAL.COM, un alto cargo de la Guardia Civil que está al mando de estos trabajadores (GRS,GAR y unidades de Seguridad Ciudadana) metió en un salón a puerta cerrada a los agentes y les acusó de “traidores y cobardes”.
Les advirtió de que entre ellos había “ratas traidoras”, que habían filtrado la información y que se iba a “encargar personalmente, como reto, de decretar el día de la caza de la rata”.
Fuentes consultadas por este medio denuncian que hay grupos desplazados a Cataluña que están sufriendo un acoso total.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha indicado a este periódico que “si no va a consentir desprecios y humillaciones por parte de los independentistas, menos aún los va tolerar por parte de aquellos que les mandan”. Por ello, pondrá estos hechos en conocimiento del Ministerio del Interior con el objetivo de que se ponga fin a esta “caza de brujas”. De no ser así, solicitará que este “jefe incompetente” sea apartado del mando de estas unidades.
Jornadas maratonianas y estrés
La agrupación ya ha denunciado en los últimos días el “enorme estrés” al que están sometidos estos trabajadores, que sufren, por un lado, “los insultos y amenazas de los independentistas” y por otro, “el abandono por parte de la institución a la que sirven, que no es capaz de garantizarles un lugar digno de descanso tras jornadas maratonianas”.
Para la AUGC esto es “una muestra más del nefasto operativo diseñado por Interior, que se ha limitado a enviar a los trabajadores a Cataluña para dejarlos luego desatendidos y a los pies de los independentistas”.
