Todos los grupos de la oposición menos la CUP han reprobado la gestión económica del gobierno de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona y han acusado el Ejecutivo de "falta de transparencia" y "carencia de previsión", en un pleno extraordinario que ha abordado de forma monográfica el estado de las arcas municipales, después de la alarma generada en las últimas semanas por la caída de los ingresos del Ayuntamiento.

En el debate previo a la votación, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha reconocido que la disminución de transferencias del Estado y la bajada en la recaudación del impuesto de plusvalías podría afectar el 1% de la previsión de presupuesto del 2019. "Si se confirma la reducción" de esta tasa que graba las donaciones y ventas de inmuebles y "la Generalitat y el Estado no cumplen, evidentemente tendremos que acompasar y ajustar algunos proyectos", ha dicho Pisarello.

Esta es la segunda reprobación de la gestión del Ejecutivo municipal en los últimos tres meses, después la aprobada a finales de abril por la proliferación de narcopisos en el céntrico distrito de Ciutat Vella.

Además de la propuesta de reprobación presentada por PSC y Cs, el consejo plenario ha aprobado por unanimidad la creación de una comisión de estudio para el seguimiento de las inversiones previstas en el mandato, presentada por ERC, PDeCAT y PSC.