El Parlament de Catalunya celebrará una sesión el próximo lunes 9 de octubre para activar la independencia. La situación es crítica y Mariano Rajoy tiene que decidir si impide la celebración de ese pleno y cómo. Hay un dato que un Gobierno inteligente y responsable no debería obviar, el viernes 6 de octubre es el aniversario de la proclamación del Estado Catalán por parte de Lluís Companys (presidente de la Generalitat por entonces) en 1934 y su posterior detención y enjuiciamiento.

Pasos para activar el 155

Manejar el simbolismo es importante, da la impresión de que el independentismo y el president lo tuvieran todo planeado y hayan dispuesto los tiempos de manera estratégica, y el Gobierno de Mariano Rajoy puede caer en la trampa. Para poner en marcha el artículo 155 de la Constitución se necesitan dos pasos: enviar un “requerimiento” al presidente de la Comunidad Autónoma en cuestión, en este caso, al propio Puigdemont; y pasar por el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta -por lo que no supondría ningún problema-.

Puigdemont ha comunicado que este miércoles a las 21:00 horas realizará una declaración institucional. Una comparecencia que activará el reloj de la bomba secesionista que Rajoy tendrá que desactivar.

El presidente del Gobierno, si quiere evitar que las Cortes catalanas proclamen la independencia, deberá convocar al Senado, que podría reunirse en pleno extraordinario y de urgencia este jueves 5 de octubre. En caso de dar luz verde, lo que no será un problema dada la mayoría absoluta del Partido Popular en la Cámara Alta, el Gobierno podrá iniciar la activación del 155, y el punto de partida será necesariamente el día 6 de octubre -siempre y cuando quieran evitar la imagen del lunes 9-. Bien porque se promulgue en el BOE o bien porque se comunique tras el Consejo de Ministros, el viernes será el día en el que pudiera aplicarse oficialmente el 155, coincidiendo con el aniversario de la declaración del Estado Catalán de Lluís Companys. No obstante, cabe destacar que, desde su promulgación en el BOE hasta su ejecución íntegra, se requieren seis días hábiles.

Una fecha simbólica

El 6 de octubre de 1934, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Lluís Companys, proclamó desde el balcón de la Plaza de Sant Jaume el Estado Catalán. Lo hizo aprovechando una coyuntura notablemente convulsa, en plena huelga general revolucionaria, que se inició el 5 de octubre y fue convocada por el PSOE tras la entrada de tres ministros del CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) en el Gobierno de la República.

La declaración de independencia no duró mucho. Durante la mañana del 7 de octubre, Companys anunció su rendición mediante un mensaje en radio. En 1940, tras un periodo en el exilio, Companys fue juzgado por un tribunal franquista por la Ley de Responsabilidades Políticas y fue sentenciado a morir fusilado. El 15 de octubre de 1940 tuvo lugar el fusilamiento.

Un ejemplo de que Companys fue y es un héroe para el independentismo catalán es que su juicio fue llevado al Congreso de los diputados en septiembre. El hemiciclo declaró nula la sentencia del tribunal franquista.

Un personaje emblemático y una fecha simbólica que ahora puede aprovechar Puigdemont si Rajoy comete la torpeza de caer en la trampa.