Vox ha iniciado en Cuenca una nueva campaña bajo el nombre “Campaña Institutos”, que consiste en la instalación de mesas informativas a las puertas de varios centros de enseñanza secundaria y bachillerato para repartir pulseras con lemas como “Reconquista”, “España Siempre” o “Vota Abascal”. La acción, difundida por la cuenta oficial del partido en la provincia, incluye una lista de los centros donde se instalarán esas mesas: el IES San José, el IES Pedro Mercedes, el IES Alfonso VIII, el IES Lorenzo Hervás y Panduro y el IES Santiago Grisolía.

La formación de extrema derecha estuvo presente este jueves en el IES Pedro Mercedes, repartiendo propaganda y regalos a jóvenes que, en su mayoría, son menores de edad. Una iniciativa que ha generado un fuerte rechazo entre la comunidad educativa y las formaciones progresistas, que la consideran un intento de adoctrinamiento político inaceptable.

Además, la naturaleza de las pulseras que Vox reparte ha generado un rechazo adicional, ya que muchas de ellas llevan impresa la palabra “Reconquista”, un término cargado de connotaciones racistas y xenófobas que remite a la expulsión violenta de musulmanes y judíos en la España medieval. En los últimos años, esta palabra ha sido utilizada por la extrema derecha europea como símbolo de resistencia frente a la inmigración y a la diversidad cultural, lo que convierte su distribución entre adolescentes en un gesto de propaganda ideológica peligrosa y excluyente.

 

 

El PSOE de Cuenca ha sido el primero en denunciar públicamente esta actuación. Su secretario de Organización, Ángel Tomás Godoy, ha calificado los hechos como “vergonzosos e inaceptables”, subrayando que la mayoría del alumnado de estos centros es menor de edad y debe estar protegido de cualquier intento de manipulación política.

Godoy ha reprochado a Vox que “utilice a los menores para hacer política, mientras presume de defender la neutralidad en la educación”, y ha recordado que la Ley Orgánica de Educación garantiza la neutralidad ideológica en el sistema educativo y protege a los estudiantes frente a cualquier forma de adoctrinamiento.

Los centros educativos son espacios de educación, no de propaganda. Deben servir para formar ciudadanos libres, críticos y responsables, no militantes de ningún partido”, ha manifestado el dirigente socialista, quien ha hecho un llamamiento a la sociedad a mostrar unidad frente a este tipo de prácticas que “no solo infringen la ley educativa, sino que son una absoluta inmoralidad”.

La doble vara de medir de Vox

La campaña de Vox en Cuenca ha provocado indignación no solo por el fondo, sino también por el momento y la forma. Mientras el partido insiste en su discurso contra el supuesto adoctrinamiento en las aulas por cuestiones lingüísticas o de igualdad, ahora es la propia formación de Santiago Abascal la que aprovecha la salida de clase para captar la atención de adolescentes, repartiendo pulseras con lemas nacionalistas y partidistas bajo el reclamo de “informar”.

El contraste no ha pasado desapercibido en redes sociales, donde muchos usuarios han recordado la doble vara de medir del partido: mientras critica que en algunas comunidades se enseñe catalán o euskera —lenguas amparadas por la Constitución Española—, considera legítimo acercarse a adolescentes a las puertas de un instituto para inculcar su ideología.

Desde colectivos educativos se recuerda que la neutralidad política en los centros no solo debe garantizarse dentro del aula, sino también en su entorno inmediato, precisamente para evitar la instrumentalización del alumnado. Y aunque Vox intente presentarlo como una simple acción informativa, el contenido de los mensajes repartidos, con referencias directas al voto y a su líder nacional, convierte la iniciativa en una campaña política dirigida a menores.

La educación no puede convertirse en un "escaparate partidista"

El PSOE de Cuenca ha avanzado que pondrá en conocimiento de la Delegación Provincial de Educación estos hechos para que se evalúe si vulneran las normas de convivencia y de uso del espacio público en entornos educativos. Godoy ha reiterado que “la educación no puede convertirse en un campo de batalla ideológica ni en un escaparate partidista”, y ha exigido que se adopten medidas para impedir que estos episodios se repitan.

Mientras tanto, Vox sigue defendiendo su campaña con el argumento de la “libertad de expresión”, ignorando que los institutos no son lugares para hacer proselitismo político, sino para formar ciudadanos críticos. Una contradicción que vuelve a poner de manifiesto que quienes más hablan de libertad son, a menudo, los que más intentan imponer su doctrina.