El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha criticado duramente a los defensores del trasvase Tajo-Segura, a quienes ha acusado de seguir “cegándose” con el Tajo mientras han abandonado la idea de un trasvase desde el Ebro. Lo ha hecho durante la entrega de los Premios de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, celebrada este martes en el recién inaugurado Parador de Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara.
“¿Por qué no reclaman un trasvase del Ebro? ¿Por qué se siguen cebando con el Tajo?”, se ha preguntado el presidente regional, cuestionando el doble discurso de quienes, según ha dicho, antes defendían esa alternativa y ahora han renunciado a ella sin explicación, en relación directa a PP y Vox. Page ha asegurado que, si lo que se pretende es construir “una gran obra de fontanería” para redistribuir el agua en España, “alguien debería tener el valor de decidir dónde sobra y dónde falta”, pero no siempre a costa de la misma cuenca.
En su intervención, García-Page ha defendido un pacto nacional del agua que tenga en cuenta no solo las necesidades agrícolas e industriales del país, sino también el equilibrio entre territorios. Ha insistido en que Castilla-La Mancha “cede mucha agua”, tiene “menos regadío que otras regiones” y, además, “los regadíos más eficientes de Europa”. Por ello, ha reclamado que se reconozca ese esfuerzo y no se cargue siempre contra la misma comunidad.
Además, ha agradecido públicamente al Partido Popular de Castilla-La Mancha su respaldo al Pacto Regional del Agua, una postura que, según ha reconocido, “pudo suponerle tensiones con Génova y con las comunidades del Levante”. En este sentido, ha afeado las declaraciones de algunos dirigentes del PP regional, en especial a su presidente, Paco Núñez, que critican que el agua de Castilla-La Mancha acabe desembocando en el Atlántico a través de Portugal: “Dicen que somos tontos por dejar que el agua termine en el Atlántico. Hay que ser coherentes”, ha reclamado.
Desaladoras pagadas por todos
García-Page también ha señalado que en el Levante existen desaladoras “que hemos pagado entre todos”, y ha instado a sus responsables políticos a que apuesten por el uso de esas infraestructuras en lugar de seguir exigiendo derivaciones desde el Tajo. Ha reiterado su oposición a un trasvase del Ebro, pero ha retado a quienes aún defienden el Tajo-Segura a que tengan “el coraje” de volver a pedir el trasvase del Ebro “si de verdad creen que es lo mejor para el país”.
“Ya se están apeando de esa reivindicación que presumían y solo quieren hacer más preso al Tajo”, ha lamentado el presidente regional, quien ha concluido su intervención defendiendo la gestión sostenible que Castilla-La Mancha realiza en su patrimonio natural, como en el Parque Natural del Alto Tajo, cuya declaración cumple 25 años. Ha puesto este enclave como ejemplo de cómo “combinar la gestión turística, la protección ambiental y el mantenimiento de la población rural”.
La intervención de García-Page se ha producido en un contexto marcado por el debate político en torno a las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura y las recientes movilizaciones de regantes del Levante, que han reclamado más caudales para sus cultivos.