Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha defendido la condonación de la deuda que aprobó el martes el Consejo de ministros, y de la que Castilla-La Mancha se verá beneficiada en torno a 5.000 millones de euros.
Para el presidente, es de “justicia elemental”, ya que considera que el actual modelo de financiación autonómica está desfasado y urge una renovación de este, y que las comunidades autónomas que han estado infrafinanciadas, como Castilla-La Mancha, han tenido que endeudarse para mantener los servicios básicos, por lo que concluye que “no es un regalo”.
Page recuerda que él fue uno de los ideólogos de esta fórmula y que lo planteó “incluso gobernando Mariano Rajoy”, por lo que no le resulta nuevo, y asegura que le da igual quien lo haya planteado.
Críticas a la postura del PP
El presidente de Castilla-La Mancha ha cargado contra la postura del PP de Castilla-La Mancha, que critica la condonación de la deuda ya que “sigue a pies juntillas las instrucciones del PP nacional, cosa que me parece que no es lo justo, y a renglón seguido ya me están diciendo en que me tengo que gastar los ahorros”.
Además, recuerda que el Estado ya se ha hecho cargo de absorciones de deuda en múltiples ocasiones, y que algunas, como el rescate bancario en la crisis financiera de 2013, fueron defendidas por el PP: “Algunos la jalearon”.
Page pide rebajara el “ruido del frentismo” político y hace un llamamiento a que los presidentes autonómicos defiendan los intereses de sus comunidades autónomas por encima de decisiones partidistas a nivel nacional.
Reunión de Illa con Puigdemont
El presidente de Castilla-La Mancha ha calificado la reunión entre el president de la Generalitat, Salvador Illa, y Carles Puigdemont como “críptica, indescifrable, si me apuran hasta en los gestos”.
Asegura que le ha planteado muchas interrogantes, y de momento, ninguna respuesta, pero que confía en él, al que tiene “un aprecio especial”, y defiende que el president “representa Cataluña” mientras que Puigdemont representa “la peor cara de Cataluña”, por lo que insta a Illa a “que mantenga claro que en Cataluña el presidente es él y que no hay mando a distancia, ya que Puigdemont ejerce el mando a distancia en España, que no lo haga en Cataluña, porque sería especialmente doloroso para los propios catalanes”.