Fumata blanca para la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha. El Pleno de las Cortes regionales debatirá y votará el próximo jueves 29 de mayo la que será la modificación más profunda del texto desde su aprobación en 1982, tras el acuerdo alcanzado entre PSOE y PP para ampliar el número de diputados regionales, actualmente fijado en un máximo de 33.
La Junta de Portavoces y la Mesa del Parlamento Autonómico, presididas por Pablo Bellido y reunidas este viernes en Toledo, han cerrado la convocatoria de un Pleno monográfico que comenzará a las 11.00 horas en el Convento de San Gil. Según ha explicado la secretaria primera de la Mesa, Charo García Saco, será una sesión centrada exclusivamente en la Proposición de Ley presentada por el Grupo Socialista, que incorpora el acuerdo político sellado con el PP y 41 enmiendas pactadas. Vox, por su parte, mantiene vivas 35 enmiendas que fueron rechazadas en comisión y que se debatirán también en el Pleno.
La reforma, que permite ampliar el número de diputados hasta un máximo de 55 —frente a los 59 que proponía inicialmente el PSOE— no afectará a las elecciones autonómicas de 2027, ya que su aplicación queda en suspenso hasta después del 31 de diciembre de ese año. Además, cualquier modificación de la ley electoral requerirá el respaldo de una mayoría reforzada de tres quintos, lo que en la práctica obliga al consenso entre los dos grandes partidos.
Desde el Ejecutivo de Emiliano García-Page han celebrado que, “por fin”, el Partido Popular haya decidido apoyar “algo positivo para Castilla-La Mancha”. El vicepresidente segundo del Gobierno autonómico, José Manuel Caballero, ha recordado que el nuevo Estatuto “blinda los servicios públicos”, introduce la lucha contra la despoblación como eje prioritario y limita los aforamientos, además de introducir por primera vez la figura del decreto ley.
Caballero ha destacado que se trata de un Estatuto “de tercera generación”, que no solo amplía derechos y oportunidades, sino que recoge también “las aspiraciones, ilusiones y deseos” de la sociedad castellano-manchega.
De igual modo, ha subrayado que el documento ha sido fruto de un proceso participativo amplio, con aportaciones de decenas de asociaciones, organizaciones sindicales, empresariales y colectivos sociales. “Este es un Estatuto que nos sitúa en una nueva etapa de desarrollo autonómico, con un fuerte compromiso con España, pero también con la convicción de que Castilla-La Mancha puede avanzar en sus competencias y en el bienestar de sus ciudadanos”, ha afirmado.
La tramitación estuvo bloqueada por el PP, que ahora ha reculado
La tramitación de esta reforma ha estado bloqueada desde octubre, cuando el PP rompió el preacuerdo con los socialistas y propuso mantener el actual límite de diputados. Entonces, Paco Núñez, presidente regional del PP, sostuvo que no era el momento de cambiar la ley electoral y defendió mantener la horquilla actual entre 25 y 35 parlamentarios. La posición del PP generó duras críticas del PSOE, que acusó a Núñez de someterse a las directrices de la dirección nacional de su partido y de incumplir su palabra.
La aprobación del nuevo texto supondrá corregir la infrarrepresentación que, según el Gobierno regional, sufre la comunidad desde que María Dolores de Cospedal redujo el número de escaños de 49 a 33 en 2012, con el argumento de la austeridad. Ahora, con el consenso de PSOE y PP, Castilla-La Mancha podrá acercarse a otras comunidades de tamaño similar como Castilla y León o Euskadi, cuyos parlamentos cuentan con más diputados.
"Nunca es tarde si la dicha es buena"
Desde el PSOE se insiste en que no se trata de una reforma partidista, sino de un nuevo marco institucional para reforzar la autonomía, adaptado a los cambios sociales y competenciales de los últimos 40 años.
El diputado Antonio Sánchez Requena ha celebrado que, aunque el proceso no ha sido fácil, se ha alcanzado el objetivo marcado. “Nunca es tarde si la dicha es buena”, ha afirmado, subrayando que el nuevo Estatuto será “una herramienta fundamental para seguir construyendo sobre los 40 años de avances sociales” en la región.
Ha recalcado además que contar con el apoyo de los dos principales partidos políticos es clave para garantizar un marco de estabilidad institucional duradero. “La negociación ha sido complicada, pero hay satisfacción porque el resultado es el que queríamos y el que consideramos necesario para que Castilla-La Mancha siga avanzando”, ha concluido.