Cuenca se prepara para volar. Y no es una metáfora. Desde lo alto de la Sierra de Bascuñana, turistas de todo el mundo surcarán el cielo sujetos a un cable de acero, desafiando el vértigo en la segunda tirolina más larga de Europa, para aterrizar, literalmente, en uno de los proyectos turísticos más ambiciosos y sensoriales del continente.
La provincia de Cuenca se convertirá en el escenario de un parque temático sin precedentes, donde se combinarán la adrenalina más extrema con la delicadeza del paseo entre esculturas naturales, aromas silvestres y puentes colgantes. Todo esto ha sido desvelado este martes en el Palacio de Fuensalida de Toledo, durante la presentación oficial del proyecto Toroverde Cuenca, con la entrega del Plan de Singular Interés que dará impulso definitivo a su ejecución.
Un espacio en el que la velocidad, el silencio del bosque y la arquitectura paisajística convivirán como nunca antes se ha visto en Europa.
Tres mundos para explorar: la villa mágica, la aventura y el lujo
Luis Noé, director del proyecto, ha detallado que el parque estará dividido en tres grandes áreas: una villa de entrada con tiendas, restaurantes y espacios escénicos; un circuito natural de 120 hectáreas lleno de sorpresas; y un ecoresort de alta gama, gestionado por Nayara Resorts, que hará de Cuenca uno de sus destinos de referencia internacional.

La Torre Quijote, símbolo del parque, será punto de partida de las atracciones más extremas. Junto a ella, el anfiteatro Natura acogerá conciertos en plena naturaleza, y todo el conjunto dispondrá de zonas para eventos, encuentros familiares y experiencias gastronómicas de autor.
El Paseo Mágico, por su parte, albergará pasarelas de cristal, senderos temáticos y la Senda de los Sentidos, donde el visitante podrá "escuchar, oler y tocar la naturaleza", en palabras del propio Noé, quien ha citado al CEO del grupo, Jorge Jorge, para describir la experiencia como "pasear por el cuento de Hansel y Gretel".
Tirolinas kilométricas, bicicletas voladoras y un parque de récords
Pero si algo colocará a Cuenca en el mapa global del turismo de aventura será su parque de tirolinas, con nombres tan rotundos como ‘K3’, ‘La Heroína’ o ‘Los 8 Gritos’. La primera tendrá casi tres kilómetros de longitud, lo que la convierte en la más larga de Europa y segunda del mundo. La segunda será, si todo va según lo previsto, la tirolina más veloz del planeta, en busca del Récord Guiness.
A todo ello se suma otro hito: el circuito de bicicletas suspendidas más largo jamás construido, un reto que redefine el concepto de turismo activo y que se suma a otras propuestas como el Péndulo Humano (mitad tobogán, mitad vuelo), un campo de retos extremos (Zona Flow) y el Flotarium, un canal de agua para quienes prefieran flotar antes que volar.
Un resort entre las nubes
El lujo también tendrá su espacio con el Ecoresort Nayara Cuenca, el sexto del grupo en el mundo, que incluirá 73 suites integradas en la montaña, una zona de bienestar y terrazas orientadas al atardecer, como El Rayo Verde o el Anticlinal de la Serenidad, lugares pensados para quienes buscan una desconexión total, pero sin renunciar a la excelencia.
Apoyo institucional y alma de proyecto
Durante la presentación, el CEO de Toroverde, Jorge Jorge, ha agradecido el respaldo del Gobierno regional, asegurando que “montañas hay en todos lados, pero no en todos se encuentra tanta pasión por vivir”. Ha descrito el proyecto como "el más grande del mundo" en su categoría y ha elogiado el recibimiento “lleno de cariño” que ha sentido desde el primer día en Castilla-La Mancha.
El presidente regional, Emiliano García-Page, ha asegurado que la iniciativa "va a sorprender" y ha elogiado la "rectitud" del proceso. "Este proyecto nació muy limpio", ha dicho, comprometiéndose a probar todas las atracciones salvo una: "Todas menos la del péndulo. Que yo soy más de ir por el camino recto", ha bromeado.
Con esta apuesta, Cuenca deja de ser solo un paisaje y se convierte en un destino vivo, trepidante y desafiante, donde el turismo se experimenta a vista de pájaro.