Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha ha presentado este martes la guía “Equidad en la negociación colectiva: diagnóstico y propuestas de mejora de los convenios colectivos sectoriales de Castilla-La Mancha con perspectiva de género”, en la que el sindicato hace un diagnóstico y una serie de propuestas de mejora para incluir en la negociación colectiva de ámbito sectorial de la región.

Una publicación elaborada por el sindicato, con la colaboración del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha y que ha sido presentada esta mañana en rueda de prensa por Ana Villaseñor, secretaria de Mujeres, Igualdad y Juventud de CCOO Castilla-La Mancha, María Teresa López, directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, y Valle Cervantes, secretaria de Formación Sindical de CCOO Castilla-La Mancha. A continuación, el sindicato ha realizado una jornada para presentar las principales conclusiones y en la que han participado delegadas y delegados sindicales.

CCOO ha analizado de forma exhaustiva los 82 convenios colectivos sectoriales que hay en la región y que afectan a más de 385.000 personas trabajadoras, con el objetivo de detectar y evitar que aparezcan en los convenios colectivos contenidos discriminatorios, vigilar que la aplicación de los convenios no produzca un impacto desfavorable para las mujeres, así como aplicar medidas de acción positiva para erradicar cualquier forma de discriminación. En esta guía se analiza la salud laboral con perspectiva de género, la transparencia retributiva y la brecha salarial de género, la conciliación y corresponsabilidad, el acoso sexual y por razón de sexo y el lenguaje inclusivo, ha explicado Villaseñor.

Así, el sindicato recuerda que las muje­res se enfrentan a riesgos psicosociales específicos, como la mayor carga emocional asociada a los trabajos de cuidados; presentan una mayor in­cidencia de trastornos músculo-esqueléticos derivados de tareas femini­zadas, especialmente en sectores como la limpieza o la hostelería; sufren una infravaloración sistemática de categorías profesionales segregadas por sexo; y están más expuestas a violencias estructurales, como el acoso sexual y el acoso por razón de sexo. En materia de salud laboral con visión de género se han detectado carencias importantes, de los convenios analizados el 80% solo contempla la perspectiva de género en salud laboral en el caso de la maternidad y la lactancia; y solo un convenio colectivo recoge la conveniencia de realizar una auditoría retributiva. También se ha detectado una clara diferencia en el tratamiento del acoso en función de si el sector está más feminizado o masculinizado, estando más identificado, con protocolos más desarrollados y medidas preventivas más amplias en los sectores feminizados.

El diagnóstico de esta revisión evidencia que una parte importante de los convenios se sitúa aún en una fase de cumplimiento formal más que de cambio efectivo, pero también identifica convenios y sectores que han incorporado medidas avanzadas en materia de igualdad retributiva, corresponsabilidad y salud laboral desde una perspectiva de género.

Estos resultados ponen de relieve que la negociación colectiva de Cas­tilla‑La Mancha está en un momento de transición: conviven cláusulas meramente declarativas con experiencias que demuestran que es po­sible integrar de forma efectiva la perspectiva de género en salarios, clasificación profesional, prevención de riesgos, prevención del acoso sexual y por razón de sexo y conciliación. El reto no es solo detectar las carencias, sino utilizar las mejores prácticas ya existentes como refe­rencia para elevar el nivel de protección del conjunto de los convenios, evitando que la igualdad quede reducida a un apartado formal sin im­pacto real en las condiciones de trabajo.

CCOO de Castilla-La Mancha va a incorporar las conclusiones de este estudio en las plataformas de los convenios colectivos que hay que negociar el próximo año, un total de 26 convenios que afectan a unas 112.000 personas trabajadoras, con “el objetivo de impulsar una negociación colectiva con perspectiva de género que no deje a nadie atrás”, ha señalado la secretaria de Mujeres, Igualdad y Juventud del sindicato.

Al­canzar la igualdad real exige intervenir en los núcleos duros del sistema laboral: revisar las clasificaciones profesionales androcéntricas, adaptar la estructura salarial para evitar discriminaciones indirectas, prevenir el acoso sexual y por razón de sexo, visibilizar los riesgos específicos que afectan a la salud de las mujeres —incluida la adecuación de los equipos de protección individual— y garantizar mecanismos sólidos de corres­ponsabilidad en la organización de los tiempos de trabajo y de cuidado. Solo desde esa transversali­zación auténtica de la perspectiva de género en salarios, salud laboral, jornada y organización del tiempo de trabajo, la negociación colectiva dejará de reproducir desigualdades estructurales y se afirmará como una herramienta eficaz para garantizar la igualdad real entre mujeres y hombres en el empleo y en las relaciones laborales.

Por su parte, la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha ha afirmado que “la igualdad en los puestos de trabajo comienza en los convenios colectivos o no empieza”. En los últimos diez años más de 10.000 mujeres se han incorporado al mercado laboral y reducir la brecha salarial en cinco puntos. “Ahora es el momento de centrarnos en avanzar y corregir desequilibrios como que casi el 90% de las jornadas parciales las ocupan mujeres por cuidados o que los sectores más precarios sigan siendo los feminizados”.

López ha puesto en valor estudios como el realizado por CCOO en materia de equidad en la negociación colectiva para avanzar hacia una sociedad más igualitaria y más justa, combatiendo las desigualdades y discriminaciones que aún persisten.