Francisco Camps amenaza con volver a la política tras su dimisión en 2011, arrinconado por las acusaciones de corrupción. El expresidente de la Generalitat Valenciana, al que aún le quedan cuentas pendientes con la Justicia, será juzgado por la Audiencia Nacional por favorecer presuntamente a una empresa vinculada a la trama Gürtel por la adjudicación de unos contratos públicos. Sin embargo, este callejón judicial no exime para expresar su deseo de volver a la política, bien como “candidato del PP” o bien como “parlamentario” raso.

En las páginas del diario ABC, Francisco Camps se muestra deseoso de regresar a su ruedo; a la política valenciana. A pesar de las máculas corruptas que impregnan su currículum, y de sus cuentas pendientes con la Justicia – aunque ha salido indemne de otras tantas -, el exvicepresidente de la Generalitat Valenciana se pone a disposición del partido en el que milita “desde hace 40 años” y se ofrece como candidato a la Alcaldía de Valencia.

“Absolutamente”, responde cuando le preguntan si persiste en sus ofrecimientos al Partido Popular para encabezar la lista municipal. Camps justifica que toda su vida “está ligada” a Valencia y por este motivo le mueve “la ilusión”. Sin embargo, si el PP se decantara por otro perfil el expresidente no dudaría en trasladarle su “apoyo” a quien decidan.

Pero las ensoñaciones del regreso a un cargo de tamaña responsabilidad frenan en seco cuando le recuerdan que “ya hay candidata”. A pesar de este escollo, Camps valora otras opciones. “Fui vicepresidente del Congreso un tiempo”, recuerda el otrora mandatario valenciano, al tiempo que avanza que, si no se presenta a la Alcaldía de Valencia, “volver a ser parlamentario me gustaría también”. “No estaría mal”, ha apostillado.

Francisco Camps está “a disposición del PP”. Tal es así, que responde con rotundidad a una posible integración en Vox o, en su defecto, la creación de un partido independiente. “No. En 2022 hará cuarenta años desde que soy militante del Partido Popular”, ha deslizado el expresidente de la Generalitat.

Su buena sintonía con la actual cúpula del partido en Valencia facilita que su sentimiento popular se mantenga intacto a pesar de todo. “He de reconocer que Carlos Mazón – presidente de los conservadores valencianos – siempre ha hablado bien de mi gestión y de mi honorabilidad”, ha puntualizado. También se ha referido a la dirección nacional de la formación, pese a que no habla mucho con Casado “últimamente”, sí lo hace con el secretario general, Teodoro García Egea: “Me enviaron mensajes de ánimo tras el último archivo judicial y nos saludamos el mes pasado en una conferencia”.

“Víctima de una persecución”

Camps se ha sentido en la diana de la izquierda. O al menos eso transmite en sus declaraciones cada vez que se sitúa ante un micrófono o una grabadora. “Lo he constatado desde que dejé la Presidencia hace diez años por una causa que la izquierda utilizó hasta la saciedad, en donde la acusación popular ya la firmaba Ximo Puig, que hoy es presidente”, ha destacado.

En ese sentido, el expresidente de la Generalitat ha acusado al socialista de sufragar a los abogados con “dinero de los militantes del PSOE o de su bolsillo” para que ahora “seamos los valencianos los que estamos pagando a la Abogacía de la Generalitat”, que, a su juicio, le sigue “persiguiendo”.