El Ayuntamiento de Calvià dice basta y anuncia medidas legales contra los tabloides británicos como The Sun, que ponen en duda de la “honorabilidad y profesionalidad de la Policia Local que hace un trabajo impecable”.

Así de contundente se ha mostrado el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Calvià, Andreu Serra,  quien ha mostrado su indignación contra las insinuaciones realizadas por el tabloide en las que acusa a los agentes de la ley de estar en connivencia con porteros de discoteca y de que los agentes están siendo más duros que nunca contra los jóvenes borrachos, con palizas y burlas, convirtiendo Magalluf en una “zona de guerra”.

Serra ha asegurado que se está trabajando con los servicios jurídicos municipales para “preservar la profesionalidad y honestidad de los agentes y se tomaran cuantas medidas sean necesarias para preservar el buen nombre de la Policía”.

Los servicios jurídicos municipales  trabajan para “preservar la profesionalidad y honestidad de los agentes" 

El edil recuerda que la situación de Punta Ballena, no es la misma que en todo Magalluf y que no se pueden hacer estas calificaciones gratuitamente de una zona, donde se sabe que el problema está “encapsulado en unos pocos locales y hoteles que no quieren cambiar como ya han hecho el 56,6% de los hoteles de la zona que ya han pasado a ser de 4 estrellas Plus”.

Punta Ballena es una zona problemática que siempre está de actualidad entre la prensa británica  y este verano no podía ser menos. The Sun ha publicado un reportaje donde  aseguran que Magalluf ha dejado de ser una zona de turismo sexual para convertirse en una auténtica zona de guerra. El tabloide afirma que es una zona “muy insegura” con peleas de jóvenes británicos  borrachos, persecuciones policiales al tiempo que hacen especial hincapié en las malas consecuencias que pueden tener estos jóvenes cuando se enfrentan a las autoridades.

La edición digital de The Sun ha colgado un vídeo lleno de  imágenes de jóvenes ensangrentados, peleas y coches de la Guardia Civil y en el que se asegura que «El olor a vómito, sudor y sangre es omnipresente, gracias a la bebida barata, a los puñetazos y a la policía», afirman desde el tabloide británico.