La Consejería de Sanidad de Madrid ha creado unas guías con hasta 21 casos de urgencias que deberían tratar las enfermeras. Este procedimiento, conocido como APADE (Atención a Procesos Agudos de Demanda), ha generado malestar en los centros de salud porque para muchos profesionales estas valoraciones en las que debe haber valoración y prescripción de medicamentos para catarros, infecciones de orina o infecciones vaginales por hongos corresponde a los médicos.

A pesar de que la medida comenzó a implementarse en 2022, este mes de febrero ha sido ampliado a nuevos casos llevando a la sanidad madrileña a estar un paso más cerca de basar el sistema en la enfermería. De hecho, tanto la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, han hablado en numerosas ocasiones de ello. También se ha puesto en práctica en el plan de las urgencias extrahospitalarias. En numerosos centros no hay médico y las labores la realizan las enfermeras. Según Ayuso, este colectivo "perfectamente" puede "hacer su trabajo porque están formadas y dotadas para ello". Pese a la insistencia de Ayuso, no hay ningún aval científico que confirme las tesis  pero las nuevas guías, que no tienen aval de ninguna sociedad científica, han causado tanto descontento que algunos centros de salud no las están aplicando.

El plan APADE consiste en un catálogo de supuestos pacientes que se presentan en un centro de salud con una urgencia. Este tipo de pacientes, sin cita, supone una carga considerable en los centros ya que acuden por una urgencia menor y generalmente necesitan una valoración rápida puesto que si piden una cita esta se va, incluso, a varias semanas. Hasta ahora cada centro se ha organizado de manera autónoma en función de sus posibilidades. Mientras unos derivaban a enfermeros, otros conseguían que el médico le hiciera un hueco y le atendiera en el turno de urgencias. A priori el sistema parece bueno y eficiente, pero los sanitarios se quejan de que tanto médicos como enfermeros de primaria perciben que varias tareas son impropias de los enfermeros de primaria. Es decir, ellos trabajan orientados a los cuidados profesionales y la educación para la salud y no a curar puesto que no tienen la misma formación que un médico.

Disparidad en centros de salud

La reacción en los 423 centros de primaria del sistema madrileño ha sido tan diversa como numerosa. En el centro de salud Alicante, en Fuenlabrada, las enfermeras se reunieron y le comunicaron a la directora su desacuerdo y se decidió que cuando un paciente sin cita llegara al centro se siguiera remitiendo a un médico y los enfermeros siguieran con sus funciones y no prescriban medicamentos puesto que eso solo lo puede hacer un médico.

El supuesto más polémico han sido los catarros, que pueden derivar en procesos muy graves como neumonías. El invierno es una época en la que los casos se multiplican y diversos enfermeros dudan si lo correcto es que valoren ellos la gravedad del caso y ser responsables de no atender bien a un paciente que puede tener un caso más grave del que tiene.

Hacia la consulta por videollamada

Mientras tanto, la Comunidad de Madrid invertirá 70 millones de euros en los cuatro próximos años para lanzar un plan de salud digital que incluye, entre otras medidas, fomentar la videoconsulta en Atención Primaria y Hospitalaria. Así lo avanzaba este lunes la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, durante una comparecencia en el marco de la huelga sanitaria activa desde noviembre.

“Lo que queremos desde la Comunidad de Madrid es aprovechar los beneficios de la tecnología para llevar los cuidados allá donde esté el paciente, acortar los tiempos de espera, disminuir los desplazamientos innecesarios y, en general, facilitar un seguimiento de la salud de los madrileños en cada revisión, en cada cita, en cada prueba”, indicaba ante los medios de comunicación la presidenta regional en una rueda de prensa celebrada en el hospital Enfermera Isabel Zendal. “Permite que el sistema sea más accesible, rápido, evita desplazamientos innecesarios y permite una relación más próxima con el médico, no lo sustituye, sin mermar ni sustituir nuestra relación directa con nuestro médica o enfermera, que seguirá siendo lo habitual”, ha seguido explicando Ayuso sobre la ventaja de ir al médico por videollamada. "La telemedicina está ahí para mejorar y complementar nuestro sistema sanitario", aseguraba haciendo público el plan.

Precisamente la telemedicina fue una de las fuentes de disputa en los centros de urgencias extrahospitalarias. Tras abrir sin médicos, Madrid decidió iniciar la videoconsulta como inicio de lo que quieren convertir desde Sol la atención primaria. La base del proyecto es la Tarjeta Sanitaria Virtual, que permite al paciente acceder a su información médica a través del móvil, y ya existe. Desde abril, será posible pedir cita usando su aplicación y no usar otra como hasta ahora y desde septiembre se incorporará a la tarjeta virtual de cada ciudadano sus pruebas médicas con imagen, de forma que tengan acceso a ellas a través de esta aplicación en su móvil o tableta electrónica. También se añadirán otras funcionalidades de registro y seguimiento de vacunaciones en Atencion Primaria, y un programa de seguimiento para pacientes crónicos, comenzando por el de los diabéticos tipo 1.