La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto a erigirse en defensora de la hostelería y la restauración en la sesión de control al Gobierno en la Asamblea de la Comunidad de Madrid. La dirigente del Partido Popular ha defendido su manga ancha con las restricciones con el argumento de que “la hostelería influye sobre la cultura y el estado de ánimo, que también es salud, no solo contagiarse, también son las depresiones y las situaciones al límite”.

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A preguntas de Vox, cuya líder regional, Rocío Monasterio, le ha pedido que todavía relaje más las restricciones a la hostelería y ha apuntado a que buena parte de los contagios que Madrid no rastrea se dan en el Metro, Díaz Ayuso ha señalado que “mientras Salud Pública no nos garantice que toda la apertura sea segura, no podemos hacerlo”.

La presidenta madrileña ha defendido que el toque de queda “está funcionando”, aunque quiere reducir su duración, porque “la hora sí influye y la manera de relacionarnos cambia según a qué hora”.

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Ayuso, que ha defendido que la hostelería madrileña tenga menos restricciones que en el resto de España porque influye sobre “el estado de ánimo que también es salud” y sirve para luchar contra “las depresiones y las situaciones al límite”.

Sobre su anuncio de que obligará a usarse la mascarilla en el interior de los locales, algo que ya estaba aprobado por su propio gobierno desde junio, ha defendido que “no estaba claro que solo se podía retirar para comer y beber” y que los ciudadanos la usaban “solo para entrar y salir”. Además, ha anunciado la distribución de mascarillas FPP2 para mayores de 65 años asegurando que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, las había criticado “como todas las medidas de Madrid auqnue el tiempo nos ha acabado dando la razón”, ha señalado con la región rozando los 1.000 casos por 100.000 habitantes de tasa de incidencia.