Sin abandonar en ningún momento el tono reposado y apacible que suele utilizar en sus intervenciones parlamentarias, la portavoz de Unidas Podemos por Andalucía, Inmaculada Nieto, desgranó ayer en la Cámara las contradicciones de la política fiscal del Gobierno andaluz o los riesgos de la legislación urbanística que planea imponer con la futura Ley del Suelo.

Aunque quien ostenta el cargo de presidente juega con ventaja porque siempre cierra los debates, Nieto procuró radiografiar las zonas más opacas de la política de la Junta de Andalucía. Sobre la Ley del Suelo, la portavoz sentenció que “responde a un modelo ideológico y es un error porque permitirá seguir construyendo descontroladamente; está usted haciendo política desde la nostalgia, pero el tiempo de antes de la burbuja no va a volver”. Y añadía con cierto salero: “Permítame que se lo diga, presidente, ustedes ven un ladrillo y se vuelen locos”.

Como al PP le gusta presumir de lo buenos gestores que son, en contraste con lo manirrotos que serían los de izquierdas cuando gestionan dineros públicos, la intervención de la portavoz quiso deshacer el tópico:

“Como desde hace algún tiempo lleva usted trabajándose el perfil andalucista y reivindicativo, y defiende un cierto modelo de gobernar, le ilustraré con las consecuencias de la forma de su partido: Ruiz Gallardón dejó en Madrid un boquete de 7.000 millones y Camps en Valencia un boquete de 22.000 millones, y eso son ejemplos de su modelo, ejemplos no situados a 20.000 kilómetros, espero que estos datos percuten en la idea de que son ustedes grandes gestores”.

Tampoco perdonó Nieto la querencia conservadora a bajar los impuestos: “Está cambiando todo el mundo menos ustedes, el ‘Gobierno del cambio’, todo el mundo ha llegado a un acuerdo por el cual bajar impuestos no es buena idea ".

Le recordó la portavoz al presidente de la Junta que, según una encuesta del CIS del año pasado, el 47 por ciento de los españoles respaldan incrementar los impuestos a los que tengan mayor capacidad de pagarlos, no a las pequeñas empresas y trabajadores, y esa es la obligación constitucional de un sistema que es progresivo, no regresivo”.

Y añadió este par de datos: con las rebajas andaluzas en el impuesto de transmisiones, cuando una familia se compra una vivienda de 150.000 euros se ahorra 1.500 euros, pero cuando alguien compra una vivienda de 40 millones de euros se ahorra 1,08 millones de euros. “Nuestra propuesta es: aumentemos la fiscalidad al de los 40 millones y, con el ahorro, rebajemos la fiscalidad al de 150.000 euros”.