El término ‘putero’ formó parte del vocabulario familiar español durante décadas, pero desde hace años estaba en franca decadencia aunque no lo estuviera la práctica masculina de mantener relaciones sexuales con prostitutas.

Las andanzas en lupanares de políticos investigados por la justicia resucitaban el vocablo, primero en 2015, cuando trascendió que el viceconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid Alejandro Halffter había propuesto celebrar cierta declaración judicial “con un volquete de putas”, y después en 2018, cuando se conoció que el exdirector de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE) Fernando Villén se había fundido decenas de miles de euros de dinero público en prostíbulos andaluces.

El atestado

Un nuevo atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil remitido al Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla documenta que directivos de la FAFFE manejaban ocho tarjetas de crédito, con algunas de las cuales se pagaron abultadas cantidades en farras nocturnas.

Dos de ellas eran utilizadas habitualmente por Villén, que llegó a pagar una cuenta de más de 14.000 euros en 2010; después, un hombre de su confianza anuló el cargo en la tarjeta pagando la factura en metálico, aunque la Guardia Civil ha certificado ahora que, en contra de lo declarado por Villén, ese dinero en metálico también salió de la FAFFE, que disponía de cajas de caudales para pequeños gastos de las que habrían salido los billetes con los que Villén intentó borrar el rastro electrónico de sus costosos esparcimientos sexuales.

La UCO cifra en 32.566 euros los pagos efectuados en diez operaciones en diferentes prostíbulos mediante el uso de esas dos tarjetas 'black' de cuyo uso era responsable Fernando Villén. Es difícil eludir la palabra 'putero' para definir al personaje.

Doce cajas

La Guardia Civil ha documentado la existencia de al menos doce cajas de efectivo, una por cada gerencia provincial, pero no ha hallado rastro alguno de un “protocolo establecido para las posibles devoluciones que se podrían haber realizado a través de las diferentes cajas".

Los agentes de la UCO sospechan que la FAFFE tenía una caja b para dar cobertura contable a gastos inconfesables que habrían sido camuflados como gastos de representación en comidas oficiales y otras actividades.

Como se sabe, además de la justicia el Parlamento de Andalucía reanudará sus investigaciones sobre el escándalo, suspendidas provisionalmente por la convocatoria de las elecciones autonómicas del pasado 2 de diciembre.

Relación de gastos

Según el anterior atestado de la UCO, dado a conocer por el PP en octubre pasado a las puertas de la campaña electoral, con las ocho tarjetas de la FAFFE se realizaron gastos por más de 80.000 euros: además de los más de 32.000 pagados en clubs de alterne y puticlubs, se gastaron más de 19.000 euros en peajes, 22.000 restaurantes, más 800 euros en hoteles y 4.300 en gastos sin justificar.

Estos son los principales datos del atestado revelados entonces por el PP, que está personado en la causa que investiga la justicia: el 20 de octubre de 2004 se pagaron 1.948 euros en el Club Don Angelo de Sevilla; el 22 de diciembre de 2004 830 euros en el mismo club; el 17 y 18 de mayo de 2005 1.691 euros en el club Top Show de Sevilla; el 24 de mayo de 2005 900 euros en el mismo establecimiento; el 8 de noviembre de 2005 780 euros en el Club La Casita de Sevilla; el 7 de abril de 2006 1.120 euros en la Sala De Luxe de Córdoba; el 9 de abril de 2006 270 euros en el mismo club; el 26 de marzo de 2008 2.000 euros en el Club Don Angelo; el 11 de abril de 2008 1.931 euros en el Club Bahía 2 de Chiclana; el 3 de junio de 2008 3.106 en el Club Don Angelo; el 10 de julio de 2008 2.656 en el mismo club; y el 22 y 23 de marzo de 2009 14.737 euros también en el Club Don Angelo.