Teresa Rodríguez ha dicho basta en su cuenta oficial de Facebook. Lo ha hecho a cuenta de las críticas que le han llovido a su pareja y padre de sus dos hijas, José María González 'Kichi' por su decisión de dejar la Alcaldía de Cádiz durante las 12 semanas a que tiene derecho como permiso de paternidad.

El concejal de Coordinación y Personal y Administración Electrónica, Redes, Comunicación, Transparencia, Seguridad Ciudadana, Protección Civil y Tráfico, Demetrio Quirós, será el encargado de sustituir transitoriamente a González en la Alcaldía.

Rodríguez recuerda que "12 semanas es lo estipulado para cualquier trabajador en nuestro país" y recalca que "Kichi es funcionario de la Junta y tendría derecho a veinte semanas según la legislación, pero ni sus hijas ni yo vamos a disfrutar de esas veinte semanas de papá en casa porque papá es el Alcalde de la ciudad en estos años en los que habéis nacido”.

La líder de Adelante afea a los críticos su manga ancha para disculpar ausencias prolongadas de la Alcaldía, como las que protagonizaba Teófila Martínez debido a los cargos nacionales que acumulaba y a los que debía atender.

Con ironía, Rodríguez también recuerda que nadie prestó atención cuando, con motivo del nacimiento de su primera hija, Kichi no se tomó el persmio al que tenía derecho.

Este es el texto íntegro de la carta abierta publicada por Rodríguez con el título de 'A quien cuestione el derecho al permiso de paternidad del padre de mis hijas':

"La prensa escrita local publica en estos días que José María González disfrutará de un permiso de paternidad hasta después de Reyes, que lo hará "en un momento especialmente difícil para la ciudad" y que será el periodo más largo con un Alcalde sustituto. Tengo que reconocer que es una fina manera de cuestionar el ejercicio del derecho al permiso de paternidad por parte del Alcalde. Lo dicen, pero sin decirlo. Algo hemos avanzado. Parece dar reparo, en principio, (aunque mañana seguro que sale alguien más a calentar el ambiente) cuestionar ese derecho para los padres pero también para las madres y los hijos.

En primer lugar, una aclaración: Kichi se va a coger un permiso de doce semanas, no "hasta después de Reyes". Una simple llamada hubiera bastado para aclararlo. Doce semanas es lo estipulado para cualquier trabajador en nuestro país. Hay que decir que Kichi es funcionario de la Junta, tendría derecho a veinte semanas según la legislación pero ni sus hijas ni yo vamos a disfrutar de esas veinte semanas de papá en casa porque "papá es el Alcalde de la ciudad en estos años en los que habéis nacido". Hay que decir también que cuando nació nuestra hija Aurora, Kichi, contra mi criterio, no se cogió ni un solo día. Es curioso que nadie le dedicó a ello un artículo, una tribuna o una noticia: "El Alcalde no solicita permiso de paternidad para atender a su hija recién nacida y su familia", podría haber sido un titular crítico, pero nadie lo escribió. Y por último, otra cuestión a tener en cuenta sobre ese "periodo más largo de alcalde sustituto" es que ninguno de los alcaldes del periodo democrático fue padre/madre en la Alcaldía y como es sabido el permiso de maternidad y paternidad es el más largo de los habituales en nuestro país.

Por otra parte, es curioso también que se destaque ahora que el Alcalde coge un permiso de doce semanas por dos hijas nacidas durante su mandato de ocho años, pero nadie señalara nunca que la anterior Alcaldesa, Teófila Martínez, fue legítimamente diputada en Cortes, senadora y durante cuatro años también diputada andaluza (tres cargos a la vez) ininterrumpidamente durante sus veinte años en la Alcaldía. Eso supone que, como mínimo, Teófila Martínez estaba fuera de la ciudad dedicada a otros muchos asuntos de ámbito estatal como dos días a la semana durante veinte años. Eso son como 297 semanas trabajando en cosas que no son de la Alcaldía. Todo ello sin contar las tareas propias de los muchos cargos orgánicos en el PP que ocupó durante esos veinte años. Supongo que en todos esos años habría "momentos especialmente difíciles para la ciudad". Pero doce semanas de paternidad, lamentablemente para mí pendiente Kichi del teléfono todo el día, eso sí es un crimen.

Esta ciudad quiere al alcalde que cobra su sueldo de profesor y dona el resto a causas sociales, quiere al alcalde que vive en la Viña en un piso de clase obrera, quiere al Kichi que renuncia a una cómoda vida de profe de secundaria para entregarse dos legislaturas, no más por autolimitación voluntaria, a sus vecinos y vecinas sin ganar nada más que disgustos. Pero ese mismo Kichi no puede atender a su familia cuando tiene una compañera convaleciente de una cesárea con una niña de 18 meses y un bebé recién nacido. Ese Kichi supongo que pensarán que debería tener servicio en casa para criar a sus hijos y limpiar su casa o que se las apañe la madre, ¿no? Ese trabajo que no se valora porque como no se ve, no existe. Y estará también el estúpido que dirá "no haber tenido hijos", porque resulta que algunas personas prefieren un político cobrando un sueldazo y pagando una miseria por el servicio doméstico que un obrero que se acoge a su permiso de paternidad.

Como parte interesada, como mujer, como madre recién parida con las entrañas aún abiertas, como feminista, yo maldigo la mala leche y el cinismo de quien se permita cuestionar el derecho que asiste al padre de mis hijas, como a cualquier padre, de estar doce escasas semanas cuidando de los suyos en estos momentos tan bonitos pero también tan duros para una familia. En su caso, cuidando y con el móvil siempre en la famosa oreja".