Un suflé bien preparado, recién salido del horno, es casi un globo de aire y aromas que debe consumirse recién hecho, en caliente, porque si se espera tan solo unos minutos podemos acabar con la gracia de todo el plato perdiendo la verdadera esencia del suflé, el que esté inflado. Para calentarlo hay que darle el calor adecuado por abajo, y una vez que se domina la técnica se puede preparar con multitud de recetas.

La política ejercida por los partidos independentistas catalanes tiene mucho de “política suflé”. La semejanza con este plato de origen francés resulta casi reveladora pues, calentado adecuadamente, el independentismo, se infla y sube, como un suflé. Llega a subir tanto que puede ser desbordante, pero dejado enfriar, pierde su sentido rápidamente. En frío, un suflé ya no es un suflé.

Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra, han resultado ser hábiles cocineros de suflé independentista, pues sabiendo que su propuesta no era aceptada por una mayoría de catalanes, han conseguido que les proporcionasen desde fuera el calor adecuado para poder inflar la adhesión independentista y la solidaridad con este movimiento tan lesivo para los intereses de todos los españoles, catalanes o no, pero que a ellos les ha permitido seguir medrando en su parcela de poder, y cada vez que han fracasado, han vuelto a intentarlo con una nueva receta.

El problema se lo vio venir el PSOE ya con Zapatero, y se buscó la solución más lógica para dar salida al sentimiento que se estaba inflando. La reforma del Estatut de autonomía fue aprobada tanto en el Parlamento de Cataluña como en el Parlamento de España, pero el recurso ante el Constitucional interpuesto por el PP dio al traste con esta posibilidad. No fue necesario ni esperar al fallo del Tribunal Constitucional para que el movimiento independentista se calentara como nunca por esto, motivos más que suficientes les proporcionaron las derechas españolas.

Y es que si los partidos nacionalistas catalanes son expertos en elaborar un suflé, las derechas nacionales son expertas en darles el calor que necesitan. Recuerden, un suflé necesita calor y ser servido en caliente, no hay que dejarlo enfriar. ¿Por qué entonces las derechas hacen esto? Porque tenemos instaurado demasiado en la cabeza aquello de que el fuego se combate con fuego, piensan que si achicharran el suflé este será inservible. A muchos votantes le convence esta posición y les genera mucha simpatía hacia quien la practica, así que desde el PP eso es lo que hacen, dar calor al independentismo, que sube y a su vez, la subida del independentismo, hace que suban los votos de las derechas nacionales. Mientras más independentistas mejor para el PP y la derecha en general. De momento nunca hemos visto bajar al suflé independentista aplicando calor, y es que la receta que usan tiene una capacidad de inflarse como pocas, por tanto, ¿con este panorama, podemos creer que las derechas quieren aportar verdaderas soluciones a este problema? Le importa poco Cataluña, pues el independentismo es una llave para un poder mayor, el de la nación española.

Puigdemont preparó otro suflé en 2017 de cuya receta es la declaración unilateral de independencia. Una situación que acabó forzando a Rajoy a aplicar el 155, y claro, se calentaron aún más las cosas. Lógicamente acabó con políticos detenidos y otros huidos. No se lleven a equívoco, la reciente sentencia del tribunal supremo que ha dado tanto calor como para acabar incendiando las calles de Barcelona es una consecuencia de la que el PP es responsable muy directamente por no abordar adecuadamente la cuestión catalana. Los catalanes lo saben perfectamente y por eso al PP en las pasadas generales de abril les castigaron casi totalmente dejándoles con una sola diputada para una comunidad autónoma de más de siete millones y medio de personas.

Este último suflé independentista que estaba casi a punto de ser servido, nuevamente ha sido enfriado por el PSOE, liderado en esta ocasión con mucho temple por Pedro Sánchez, pero si vuelve a haber un gobierno de derechas en este país, cuánto tardarán los independentistas en elaborar un nuevo plato para volver a ser calentado por los intereses de la derecha. Para mí está claro, respecto a la cuestión territorial, que lo que es necesario para la estabilidad territorial de España está totalmente reñido con un gobierno de derechas. Los votos que sean otorgados al PP, a Ciudadanos o a VOX solo estarán contribuyendo a calentar más el nuevo suflé que preparen los independentistas, y esto es justo lo que quieren.