No, esta vez no es un bulo. Ni un montaje digital. Esta vez son banderas reales en un edificio real: la singularidad no es que haya banderas, sino que haya tantas. Prácticamente todo el edificio que bordea la glorieta de las Cigarreras de Sevilla exhibe estos días una profusión de enseñas nacionales muy por encima de la media, ya de por sí bastante elevada, del barrio.

Un vistazo al inmueble, de once plantas, revela que de los 55 balcones que dan a la glorieta –los más altos con unas vistas espectaculares al Guadalquivir– apenas pueden contarse cinco que no hayan colgado la bandera de España. En muchas de las enseñas son, igualmente, muy visibles los crespones negros que el presidente del PP, Pablo Casado, pidió que se cosieran a las banderas, aunque su llamamiento no ha tenido demasiado eco.

Los Remedios es, en efecto, la barriada de la capital hispalense donde las derechas siempre han arrasado. En el pasado lo hacía el Partido Popular en solitario, pero en los últimos comicios ha compartido las simpatías vecinales con Vox y Ciudadanos.

En la sección electoral a la que pertenece el inmueble de la imagen, los resultados de la jornada electoral del 10-N fueron estos: el PP logró el 53,7 por ciento de los votos, seguido por Vox con el 26 por ciento y Cs con el 10,8; en total sumaron el 90,5 de los sufragios.

Las izquierdas, por el contrario, no tienen mucho futuro en este enclave de Los Remedios: el PSOE logró el 5,9 por ciento de los votos y Unidas Podemos el 2,4. El contraste con los resultados globales de la capital andaluza es significativo: venció el PSOE con casi el 32 por ciento, seguido del PP con el 21, Vox con el 17, UP con el 14 y Cs con el 8.