Ambos hablan de Adelante, pero la palabra no significa lo mismo para una y otro. Mientras Teresa Rodríguez (Anticapitalistas) identifica con toda naturalidad Adelante con un grupo parlamentario, Toni Valero (Izquierda Unida) sostiene que Adelante “no es un grupo parlamentario, sino una coalición”.

Mientras la excoordinadora de Podemos Andalucía llega a afirmar que “el partido es un dispositivo al servicio del grupo parlamentario", el segundo  sentencia que “si la coalición deja de existir”, Adelante dejará de existir.

Otra manera de explicarlo: Rodríguez, situada ya fuera de la formación morada, otorga vida y autonomía propias a Adelante, digan lo que digan Podemos e IU, mientras que Valero entiende que Adelante es y será lo que IU y Podemos digan qué es.

Un debate bizantino solo en apariencia

¿Por qué habría de ser políticamente significativa o relevante una discrepancia que a los no entendidos les suena como les sonarían las intrincadas controversias de los teólogos bizantinos del pasado?

El debate interno en Adelante es de mucha relevancia porque, si la preeminencia la tiene el grupo parlamentario, Rodríguez mantiene intacto su mando en plaza, dado que hasta 11 de los 17 diputados de Podemos e IU que lo integran le son leales; y porque, pese a haber abandonado Podemos, pactó con Pablo Iglesias que el destino de los casi 140.000 euros mensuales que el grupo percibe en subvenciones parlamentarias seguiría en sus manos, no en las de los partidos que forman Adelante.

En cambio, si la primacía la tiene la coalición, que es como decir si la tienen Podemos e Izquierda Unida en tanto que partidos fundadores de la misma, el grupo parlamentario debería atenerse a las órdenes emanadas de la coalición, como sucede en los demás grupos parlamentarios, inevitablemente subsidiarios de los partidos que designaron a los candidatos luego convertidos en diputados o senadores.

En el PSOE, el PP o Podemos no se plantea la cuestión porque quien manda en el partido es la misma persona que manda en el grupo parlamentario. La situación es muy distinta en Adelante: quien manda en el grupo parlamentario (Teresa Rodríguez) no manda en el partido y quien manda en el partido (Toni Valero en IU y Martina Velarde en Podemos) no manda en el grupo parlamentario.

Las personas de la Trinidad

Por trasladarlo al lenguaje teológico: para Valero, Adelante es una Trinidad de dos –Podemos e IU– marcada por la provisionalidad y que se diluirá en el momento mismo que así lo decidan sus fundadores. Es cierto, viene a concluir el líder IU, que en su fundación participaron dos pequeñas formaciones andalucistas, pero su peso orgánico real es insignificante… y su perfil nacionalista no acaba de encajar en la cultura política de la federación de izquierdas.

Para Rodríguez, Adelante es una Trinidad de cuatro –en realidad, de cinco después de la incorporación de Anticapitalistas– de la que también forman parte con todas sus consecuencias Izquierda Andaluza y Primavera Andalucista; entiende la líder gaditana que Adelante no es una marca provisional ni una mera coalición electoral, sino un ente con autonomía propia cuyas escrituras de constitución son de entrada intocables y no están, por tanto, al albur de los antojos de quienes ahora mandan en los partidos que lo fundaron.  

Grandes preguntas

Lo que, aunque con buenas palabras y mejor tono, están en el fondo intentado dilucidar Valero y Rodríguez –más a través de los medios que en persona– es la vieja pregunta que toda formación política tiene que tener claramente contestada antes de entrar en batalla con las demás fuerzas: ¿quién manda aquí?

Lo ideal es que todas las fuerzas en liza llegaran a un entendimiento, de forma que cuando se acerque la próxima confrontación electoral IU, Podemos, Anticapitalistas, Más País, Izquierda Andaluza y Primavera Andalucista, es decir, todas las fuerzas a la izquierda del Partido Socialista, concurrieran bajo una única bandera.

Tal entendimiento es, sin embargo, altamente problemático: para llegar a él, antes habría que contestar a la pregunta de quién manda ahí, y solo entonces, obtenida una respuesta a satisfacción de todos, cabría confeccionar una lista conjunta.

A su vez, la pregunta orgánica –quién manda– está precedida o, si se quiere, escoltada por la pregunta ideológica –quiénes somos y qué queremos– y por la pregunta estratégica –cuál es el mejor camino para lograr lo que queremos sin dejar de ser lo que somos–.

Valero y Rodríguez puede que estén más o menos de acuerdo en la cuestión ideológica, pero desde luego no lo están en la estratégica, y por tanto será muy difícil que lo estén en la orgánica. Ambos difieren radicalmente sobre cuál es la mejor vía para alcanzar sus objetivos políticos y discrepan también sobre el grado de integración o vinculación que Adelante debe tener con sus referentes nacionales Podemos e Izquierda Unida y con su referente electoral Unidas Podemos.

“Sujeto andaluz confederable”

Y por si a alguien le cupiera alguna duda, esta es la respuesta que días atrás daba Teresa Rodríguez a un seguir de Twitter qu ele pregunta si “en las próximas elecciones Adelante seguiría como una confluencia de izquierdas en la que estén también Podemos e IU”. La líder anticapitalista respondía:

“Debate complejo. Diré otra vez para despedirme que ojalá esté equivocada con lo del cogobierno. Con lo del sujeto andaluz confederable sé que no lo estoy”.

Precisamente lo que Rodríguez denomina “el sujeto andaluz confederable” es para IU y Podemos casus belli, pues ambos apuestan por una relación federal clásica que garantice la cohesión interna y la unidad de acción.

Por si acaso, la presidenta del grupo parlamentario de Adelante Andalucía, ha tomado la precaución de registrar como partido político Anticapitalistas Andalucía después de haber abandonado la disciplina de Podemos.

La familia y uno más

La inscripción en el Ministerio de Interior se interpreta como un paso más de Rodríguez en el proyecto de blindar su independencia política liderando una marca andaluza propia y no sujeta a las directrices de ningún partido nacional. Otra cosa bien distinta será determinar qué peso tendrá en el futuro su partido dentro de la marca común Adelante, si es que esta acaba compitiendo de nuevo en las autonómicas andaluzas.

Por lo demás, hasta ahora han sido solo dos los protagonistas del debate: Rodríguez y Valero. Hasta ahora. La reciente elección de Martina Velarde como nueva coordinadora de Podemos Andalucía, en sustitución de Rodríguez, añade una nueva voz y reequilibra los términos de la controversia en favor claramente de Valero, con quien Velarde tiene grandes coincidencia en lo orgánico y en lo estratégico.

La nueva líder morada se ha apresurado a marcar distancias con Teresa Rodríguez: lo ha hecho en términos cordiales pero inequívocos. No va a serle fácil a ambas evitar el choque de trenes.