El creador de contenido gaditano, Adrián Pino (@adrivision), ha subido a sus redes sociales un vídeo en el que realiza una propuesta para renombrar el icónico barrio Santa Cruz de Sevilla, uno de los mayores reclamos turísticos de la ciudad, con el nombre "Residencial Turístico Santa Cruz". Huelga decir que esta propuesta no hay que tomársela al pie de la letra, y que lo que motiva a Pino no es liderar un cambio en el nombre del barrio. Lo que trasciende es una pulsión ciudadana que en las grandes ciudades está ahogando a la población autóctona: el efecto nocivo de la turistificación.

El creador de contenido andaluz ha verbalizado lo que muchas asociaciones civiles y plataformas, como Sevilla Se Muere, llevan tiempo peleando y reclamando a través de otras vías. La realidad es tozuda y Sevilla, así como otras grandes capitales, no solo de Andalucía, sino de España y muchas partes de Europa, sufre los efectos nocivos de la turistificación, marcados principalmente por la desnaturalización de sus barrios y por una drástica disminución de la oferta de vivienda, destinada al alquiler vacacional y, por tanto, un encarecimiento de los precios.

Tal y como indicó el estudio Principales evidencias de los efectos del resurgir de las viviendas turísticas en las ciudades españolas y recomendaciones para su tratamiento, que elaboró Exceltur en 2022, Santa Cruz era el barrio de Sevilla con una mayor presión de viviendas turísticas sobre el parque de vivienda, con un 61,2%. El segundo, también céntrico, Alfalfa, registraba un 20,3%. 

Tres años después la situación no solo no ha mejorado sino que apunta a que ha empeorado. Tanto, que el Ayuntamiento de Sevilla firmó en junio un "acuerdo de buenas prácticas" con varias asociaciones de guías turísticos para "ordenar la masificación que desde hace años desborda las estrechas calles del barrio Santa Cruz". El convenio, impulsado por la Mesa de Gobernanza Turística, prometió "limitar el tamaño de los grupos turísticos, reducir el ruido mediante sistemas de radioguía y fijar rutas menos invasivas para respetar el descanso vecinal".

"Ya no queda nada"

"Ya no queda nada", advierte Pino en su vídeo sobre los elementos fundamentales que hacen que a un barrio se le atribuya tal calificativo. Elementos como "una frutería, una carnicería, los típicos loquitos de barrio, de toda la vida, bares con el suelo lleno de mugre en el que se ponen todos los partidos de Betis o Sevilla, donde hay viejos peleándose porque uno es pro y el otro es antilopera, donde hay un bar donde ponen la manteca colorá en una fiambrera metálica como la que te dan cuando compras un pollo asado, bien de zurraspa".

En su lugar, hay tiendas de souvenirs, Airbnbs, restaurantes con comida andaluza "a precio de oro" y "en todos lados" ponen sangría. Por eso, advierte el creador de contenido andaluz, su propuesta es ir "sin tapujos, con la cara descubierta, que se llame Residencial Turístico Santa Cruz. Porque barrio, lo que se dice barrio, ya no es".

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