Los 109 diputados del Parlamento de Andalucía recibirán en los próximos días una carta que les informará de los “daños irreparables” que sufrirá el Parque Natural de Doñana si no aprueban una declaración política en la Cámara andaluza que deje claro que “Doñana no se toca”. La misiva ha sido enviada por la organización ecoandalucista Primavera Andaluza, que encabeza Pilar González y Mario Ortega, y alerta a los diputados del riesgo de que Gas Natural y el Gobierno central acaben apropiándose de lo que es un “símbolo identitario y ecológico de los andaluces”.

Denuncia en el Parlamento europeo
En caso de que los diputados andaluces no actúen, Primavera Andaluza anuncia medidas de presión pacíficas y cívicas para que los parlamentarios salven el Parque Natural de Doñana. La misiva recoge también la denuncia que los ecoandalucistas han presentado ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, una queja que está siendo tramitada en Bruselas por el eurodiputado Raúl Romeva, miembro de Los Verdes Europeos y  del partido político español Iniciativa per Catalunya Verds.

Paralizar el proyecto de Gas Natural
La petición ecoandalucista ante la Eurocámara se presentó el pasado mes de febrero y persigue que la UE paralice el proyecto de Gas Natural por vulnerar la Directiva Hábitat y las competencias europeas que velan por la protección medioambiental de los parajes ecológicos continentales.

Energía limpias y renovables
En este sentido, Pilar González, coportavoz de Primavera Andaluza, asegura que “el futuro económico de Andalucía debe pasar por las energías limpias y renovables y no por un modelo energético caro, caduco, contaminante y que perpetúa la dependencia energética con países y empresas sin escrúpulos”.

Información a los diputados
Por su parte, Mario Ortega, coportavoz de los ecoandalucistas, afirma que “el fin que persigue Primavera Andaluza no es otro que los diputados tengan información de primera mano de la denuncia presentada ante el Parlamento Europeo, así como que conozcan cuáles serían los riesgos de que el mayor humedal de Europa se convierta en un almacén gasístico para el lucro de una multinacional que usa Andalucía como si fuera una colonia para el beneficio de intereses foráneos”.

“Doñana no se toca”
La misiva termina preguntándole a los diputados andaluces si “¿quieren que este paraíso ecológico, patriomonial e identitario sea un lugar plagado de torretas, tuberías y depóstitos?, ¿quieren que Doñana, protegido por la mayor red europea de conservación medioambiental, sea un lugar donde haya vertidos fósiles y fuente de emisiones contaminantes?”. Los ecoandalucistas cierran su carta animando a los parlamentarios autonómicos a que si quieren evitan los riesgos que conlleva el plan gasístico de Gas Natural, autorizado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, aprueben una declaración institucional donde dejen claro que “Doñana no se toca”.