Patxi López lo tiene claro. O al menos, mucho más claro que unas semanas atrás: el exlehendakari está decidido a presentarse a las primarias para dirigir el Partido Socialista. Su única condición: que Pedro Sánchez dé un paso atrás y renuncie a concurrir a ellas, como le han pedido explícitamente distintos secretarios generales que habían venido apoyándolo frente a Susana Díaz.

Es lo que aseguran a EL PLURAL fuentes socialistas de toda solvencia que mantienen una comunicación muy fluida con el dirigente vasco. “Lo tiene claro, siempre que alguna de la gente que lo respalda consiga por fin convencer a Pedro de que no se presente. Desde luego, lo que también tiene claro Patxi es que si, a pesar de todo, Pedro insiste en presentarse, él entonces no lo haría”.

Mejor uno que dos

López y los suyos, decepcionados y muy distanciados de Sánchez desde hace tiempo, piensan que si el denominado sector crítico presentara dos candidatos, ello dividiría fatalmente sus fuerzas y serviría en bandeja la victoria a la Susana Díaz, que tampoco ha hecho pública su candidatura pero que todos en el partido dan por absolutamente segura.

¿Y qué calendario maneja López? ¿Cuándo haría pública su candidatura? “Muy pronto. Puede que la semana que viene, pero antes querría asegurarse de la retirada de Pedro”. Estas fuentes cercanas al expresidente del Congreso conjeturan que si este anunciara su candidatura a las primarias antes de que lo hiciera Pedro Sánchez, probablemente el ex secretario general desistiría. Aun así, dar ese paso entraña riesgo. El riesgo se deriva de que Sánchez es imprevisible. Y rocoso. “Resiste mucho. Otro en su lugar ya se habría marchado a casa”.

El silencio de Rubalcaba

Para Susana Díaz, Patxi López sería un adversario preocupante. Y que además contaría entre sus aliados con el ex secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba. De hecho, el silencio de este en los últimos tiempos intranquiliza a la dirección socialista andaluza: conocen bien su inteligencia estratégica y su talento para maniobrar internamente y no olvidan que durante su mandato tuvo en Susana Díaz a una tenaz adversaria cuyas presiones fueron, a su vez, determinantes para que el exministro acabara arrojando la toalla de secretario general.

Por lo demás, entre las virtudes de Patxi López está también la de no suscitar rechazo personal ni político, algo que sí ocurre con Pedro Sánchez. ¿Pero hasta el punto de que un Guillermo Fernández Vara o un Emiliano García Page podrían inclinarse por Patxi en vez hacerlo por Susana? “No, tanto como eso no, pero no mostrarían con Patxi la beligerancia que con toda seguridad sí mostrarían con Pedro”.

Cultura de partido

Por todo ello, en la federación andaluza parecen temer más a Patxi López que a Pedro Sánchez, aunque se muestran convencidos de que Susana le ganaría y que, tras la batalla, los puentes entre ambos bandos no quedarían rotos: “Al día siguiente de las primarias, no sería difícil recomponer las cosas con Patxi, que, como Susana, lleva en la sangre la cultura de partido, algo que no ocurre con Pedro ni mucho menos”.

Mientras, la dirigente andaluza tampoco muestra sus cartas, aunque no pueda impedir que todos adivinen cuáles son. El Comité Federal de este sábado aprobará el calendario congresual que ella prefería: primarias a finales de mayo y congreso en junio.

Aun así, la presidenta no tiene resuelto el grave problema de imagen que arrastra por su implicación, desde la sombra, en la batalla primero soterrada y luego a cielo abierto que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez. Sea como fuere, en conversaciones privadas ha mostrado su convencimiento de que logrará deshacerse del ‘traje que le han cortado a medida’ y convencer a sus compañeros de que ella es la mejor opción.

El día después

Un dirigente del PSOE andaluz admite que el problema para el partido puede venir “después del congreso federal porque será entonces cuando se celebren los congresos regionales, con muchos territorios donde no hay un liderazgo consolidado.

No será fácil –opina– recuperar la unidad y la cohesión del partido, aunque si hay alguien con capacidad para ‘coser’ esa es Susana Díaz”. ¿Dónde estaría entonces el riesgo? “En que acabemos teniendo 17 partidos socialistas; en que cuando, por ejemplo, haya que negociar ahora el nuevo sistema de financiación autonómica el partido no tenga una posición y cada uno haga la guerra por su cuenta”.