Nadie espera mucho del Debate sobre el estado de la Comunidad que tendrá lugar este martes y miércoles en el Parlamento de Andalucía. En realidad, tampoco nadie esperó nunca demasiado en el pasado de unas sesiones cuyo formato favorece a quien ocupa la Presidencia de la Junta.

Sobre el papel es, junto al de Presupuestos, el debate más importante de cuantos se celebran en la Cámara, pero rara vez ha salido de él alguna iniciativa digna de ser recordada. Aun así, este año el debate tiene la particularidad de que estará casi al cien por cien monopolizado por el virus.

No habrá acuerdo de mínimos

La noticia bomba sería que izquierdas y derechas fueran capaces de consensuar un acuerdo de mínimos para afrontar desde la unidad la gigantesca crisis económica y social provocada por la pandemia del Covid-19. Casi con toda seguridad, tal cosa no se producirá.

Aunque socialistas y populares dicen públicamente acudir al debate con la mano tendida al diálogo, en privado nadie confía en que haya entendimiento. Del presidente de la Junta se espera el mismo discurso autocomplaciente que desplegaban sus antecesores en el pasado y parecido tono reivindicativo con el Gobierno central, dado que el color político de este es hoy contrario al de la Junta.

Una apuesta segura

El presidente Juan Manuel Moreno acude tranquilo al debate: la mayoría parlamentaria de PP, Cs y Vox le garantiza una sesión sin sobresaltos a la hora de votar unas propuestas de resolución que, a su vez, ni suelen ser de obligado cumplimiento ni los partidos de la oposición suelen dedicar muchas energías a su fiscalización.

Moreno apostará a caballo ganador poniendo el foco en los incumplimientos del Gobierno de España con Andalucía y exigiendo 23.000 de los 72.000 millones a fondo perdido que percibirá España de la Unión Europea para hacer frente a la crisis generada por el coronavirus.

Apuesta segura porque si obtiene lo que pide gana él y si no lo obtiene tendrá un agravio más que afear a Madrid y un nuevo reproche a esa izquierda que "prefiere estar con el Gobierno antes que los andaluces".

La propia secretaria general del PP andaluz, Loles López, no ha podido decirlo más claro en su rueda de prensa de esta mañana: los dos grupos de la izquierda tendrán que decidir “si son leales a los andaluces” y, en el caso concreto del PSOE, “si apuesta por Pedro Sánchez o por Andalucía”.

En el mismo sentido se pronunciaba el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, para quien el PSOE y Adelante que "tienen dos oportunidades para poner a los andaluces por encima de los intereses de partido": este martes en el Debate del Estado de la Comunidad y a final de año con los Presupuestos.

Propuestas y temores

Por su parte, la secretaria general del PSOE y presidenta del Grupo Parlamentario Socialista, Susana Díaz, asegura acudir al debate con ánimo constructivo y dialogante y con propuestas concretas, aunque estará vigilante para denunciar, si hubiera lugar, “el autobombo” del presidente.

Díaz pondrá en valor la inversión "histórica" del Gobierno central de 7.500 millones extraordinarios para hacer frente a la pandemia y sus consecuencias y lanzará 35 propuestas de resolución orientadas a reforzar los servicios públicos, apoyar a los autónomos y crear empleo.

Adelante Andalucía espera que el Debate sobre el Estado de la Comunidad no se vea lastrado por "la demagogia y el politiqueo barato". También espera, ha dicho hoy su portavoz José Ignacio García, que la Junta no se dedique a "dirigir sus disparos al Gobierno central". Mucho espera García.

Los dos partidos de la izquierda intentarán poner en evidencia los errores en la gestión de la pandemia realizada por el Gobierno andaluz. Ambos le recordarán al presidente el malestar de los profesionales santiarios, la falta de medios en la Atención Primaria, la escasez de test PCR o la tibieza de las medidas adoptadas en núcleos urbanos con elevadas tasas de contagio.