Moreno Bonilla abrió el debate sobre el estado de la Comunidad en el Parlamento de Andalucía con un discurso en el que presentó la “vía andaluza”. El presidente andaluz expuso un sinfín de macrocifras y programas que concluyen que “Andalucía está mejor que en 2018” en diversos ámbitos. Sorprende que afirme lo mismo para abordar la maltrecha sanidad pública andaluza.

Respecto al ámbito nacional, Moreno Bonilla no dejó de evitar la crítica al sanchismo por romper los principios de “igualdad y solidaridad” entre los españoles, haciendo continuas alusiones al agravio comparativo que suponen los acuerdos de investidura con Cataluña respecto a Andalucía.

Además, usó el estrado del Parlamento para anunciar el apoyo a una manifestación en defensa de los intereses de Andalucía, el día de la Bandera, el próximo 3 de diciembre. Léase que se trata de una manifestación contra los pactos con el independentismo catalán del nuevo gobierno nacional, esto ha propiciado la crítica de todos los grupos de la oposición menos Vox.

En cualquier caso, Moreno, que no dejó de atizar al Ejecutivo por crear “una España de dos velocidades” en la que relega a Andalucía a un segundo plano, alternó esa vía dura con otra versión de él mismo y su gobierno. Moreno volvió a ejemplificar la cara opuesta al PP de Madrid, al de la línea dura que representa Ayuso, el juego de poli bueno-malo. ”Mientras el populismo destruye y divide, la moderación construye y fortalece”, señaló al inicio de su intervención.

Sequía e infrafinanciación como principales problemas

La falta de lluvias y la infrafinanciación que sufre Andalucía son los principales problemas que tiene Andalucía y que le “quitan el sueño” al presidente andaluz. El varón de los populares ha repasados la inversiones acometidas y venideras en infraestructuras hídricas por su gobierno y echado en cara al Estado la falta de financiación en la materia.

Moreno ha tratado la sequía como una cuestión de economía y productividad que afecta, por este orden, al campo, el turismo y la industria. Por ello, y por ser Andalucía una de las regiones más expuestas al cambio climático y la falta de precipitaciones, Moreno pide unidad al gobierno para reclamar a la UE que se reconozca la singularidad y excepcionalidad hídrica de “la despensa de Europa” y “la primera potencia agroalimentaria de España”.

Tras la intervención, desde la oposición recalcan la falta de medidas concretas y conexión con la realidad del presidente popular, “su única receta para la sequía es esperar a que llueva”, dice la diputada de Adelante Andalucía, Maribel Mora, quien también critica que a la Junta solo hable de financiación autonómica para agravar a otras comunidades y al Estado. Desde Adelante recalcan la contradicción que supone que Moreno pida más al Estado mientras presume de reducir “ingresos en Andalucía, va a seguir pagándole los impuestos a los ricos”.

El presidente ha presumido de gestión fiscal, “con menos impuestos tenemos más contribuyentes”, a la vez que atizaba la guerra fiscal.  Moreno acusa al Estado de atacar la autonomía fiscal “como nunca antes se había hecho”, en referencia al Impuesto de Patrimonio a las grandes fortunas.

Una vez que el Constitucional ha rechazado las protestas de Madrid y Andalucía contra el impuesto de estatal, ahora el presidente andaluz afirma que reformará la ley para que los grandes contribuyentes de la comunidad decidan si quieren tributar a las arcas andaluzas o las estatales.

Sanidad: una comunidad convaleciente o exultante

Es difícil desentrañar la montaña de cifras con la que el presidente andaluz ha presentado la gestión sanitaria andaluza que “está mejor de cómo la encontramos en 2019”. Aunque a la vez, ha asumido que “le duelen" las esperas en la sanidad pública, "negar que tenemos problemas sería un error", hablando del cuello de botella tras la pandemia.

El presidente andaluz ha presumido de su “plan de choque para reducir las listas de espera, con actividad extraordinaria en los hospitales públicos por la tarde, los fines de semana y los festivos”, algo que ha sido desmentido en las últimas semanas a este diario por sindicatos y profesionales.

De la misma manera, los acuerdos marco que prevén derivar más de 200 millones de euros para pruebas diagnósticas y quirúrgicas están varados por el propio Tribunal económico administrativo de la Junta. Desde la oposición, el socialista Juan Espadas cuestiona “cómo un presidente puede estar tan alejado de la realidad”. El PSOE-A dice que la Junta introdujo “el caballo de Troya en la sanidad pública andaluza” al abrir la vía de las derivaciones a la sanidad privada. 

Los datos del Ministerio de Sanidad de hace dos semanas sacaron a la luz la situación de las listas de espera que la Junta no ha publicado en los últimos meses.  Hay 20 mil personas más en Andalucía en una lista de espera de intervenciones quirúrgicas en el último año. También hay que esperar para ver a un especialista 123 días de media, siendo la espera más larga de España.

Sin embargo, Moreno afirma que “los tiempos de espera se han reducido significativamente desde que gobernamos”, sacando pecho por la inversión en sanidad, construcción de hospitales, estabilización de sanitarios y adquisición de equipamiento puntero. Una visión triunfalista de la sanidad que no comparten la mayor parte de sindicatos y entidades representativas de los sanitarios.

Moreno Bonilla también ha vuelto a arremeter en el apartado de gestión sanitaria contra el gobierno de España. Ha pedido un Pacto Nacional por la Salud, debate sobre financiación de sanidad pública y ha vuelto a señalar a País Vasco y Cataluña, “¿se imaginan lo que podríamos hacer en Andalucía con los 50 mil millones de euros pactados solo para Cataluña?”.

Con la resaca del 25N y la sombra de Vox

El debate sobre el estado de Andalucía ha venido precedido de una declaración institucional del Parlamento de Andalucía contra la violencia de género. Esto supone una novedad, ya que desde que Vox entró en el Parlamento en 2019 no ha habido consenso para rechazar la violencia de género. En cualquier caso, esta vez tampoco hubo consenso.

Desde el PSOE, Juan Espadas lamenta que sigue sin existir unanimidad “cuando la situación es tan grave”. Andalucía es la comunidad con más mujeres asesinadas en lo que va de año. Desde Vox aclaran que se habían subscrito a la declaración del PP, pero a última ahora, los populares “han sustituido su propuesta original para plegarse al PSOE”, ha explicado el portavoz de Vox, Manuel Gavira.

Moreno se ha liberado de las cadenas de la violencia intrafamiliar que le acuciaron en su primera legislatura y ha afirmado en el Pleno del Parlamento que “cuando se maltrata a una mujer se maltrata a toda la sociedad".

En cualquier caso, en el ámbito educativo y de sensibilización contra la violencia en la juventud es donde Moreno Bonilla ha emitido uno de sus anuncios más sorprendentes. Dado el calado de los móviles y el acceso a contenidos violentos y pornográficos en edades tempranas, el presidente ha anunciado que “vamos a limitar el uso de dispositivos móviles en las aulas” de los centros educativos. Además, en el marco del Plan de Prevención de adicciones prohibirán la venta de bebidas energéticas y vapeadores a menores de edad.

El andalucismo se institucionaliza contra el sanchismo

El próximo 4 de diciembre Andalucía volverá a celebrar el que supone su día no oficial, conmemorando la marcha de ese día en 1977, cuando la bandera andaluza ondeó para reclamar un desarrollo estatutario autonómico.

Hoy, el ‘día de la Bandera’ es reclamado por el PP. Sin embargo, desde la izquierda recuerdan que la derecha se posicionó en contra del proceso autonómico y lo obstaculizó, “es vergonzoso este brote andalucista del presidente”, decía la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto.

Moreno Bonilla ha enarbolado simbólicamente la bandera andaluza para contraponerla a la de Cataluña y sus acuerdos con Pedro Sánchez. “Tenemos que rechazar privilegios a otros territorios a costa del bienestar de los andaluces”, concluía Moreno, anunciando su participación, como presidente de todos los andaluces, en la manifestación cívica del 3 de diciembre, oficializando que la bandera andaluza está contra el Sanchismo.