Siguiendo la estela marcada por el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, su vicepresidente Juna Marín (Cs) ha dado un giro de 180 grados a su posición sobre el adelanto de las elecciones.

Preguntado hoy por las declaraciones de Moreno en las que éste apuntaba junio u octubre como fechas posibles para la celebración de las elecciones andaluzas, Marín ha dicho: "Las fechas del presidente son lógicas y razonables para agotar la legislatura con normalidad, que es lo PP y Cs hemos acordado".

El pasado día 25 en declaraciones a TVE decía, en cambio, esto: "Nosotros vamos a seguir gobernando hasta que finalice la legislatura, que será en el mes de noviembre y desde aquí hasta entonces haremos lo mismo que hemos hecho hasta ahora, seguir negociando con los grupos de la oposición para aquellas cuestiones que requieren una mayoría absoluta", según recogía Europa Press.

Ese día, 24 horas después de que el Parlamento devolviera el presupuesto al Ejecutivo, Marín también esgrimió este otro argumento para justificar su apuesta por agotar la legislatura: "Pedro Sánchez ha estado gobernando tres años con los presupuestos de Montoro y no he visto ningún adelanto electoral".

Hasta ahora, Marín había defendido como fecha de celebración de las elecciones el domingo 27 de noviembre, que, en efecto, sí suponía agotar la legislatura. Pese a dar hoy como “razonables” las fechas de junio u octubre, Marín dice que en ambos casos equivaldría a “prácticamente a agotar la legislatura”. El vicepresidente se ha limitado recordar la obviedad de que "por cuestiones legislativas tenemos que convocar antes del 27 de noviembre".

Cuando Vox comenzó a marcar distancias con el Ejecutivo de PP y Cs, Marín fue el miembro del Gobierno que con más determinación defendía la prórroga de los presupuestos. El vicepresidente se ha mostrado hoy seguro de que no habrá problema para “desplegar los fondos europeos”, que confía que estén disponibles a finales de diciembre.

El vicepresidente y titular de Turismo también ha despreciado la opción de llevar de nuevo el proyecto de presupuestos al Parlamento, como pide el líder socialista Juan Espadas. “Es una broma de mal gusto”, ha dicho. La propuesta de Espadas es que el Gobierno introduzca todas o parte de las diez modificaciones que propone su partido y cuyo montantes es de 767 millones de euros.

El PSOE sostiene que no sería un cambio traumático en las cuentas del Ejecutivo, pero está convencido de que Moreno no quiere sacar adelante el presupuesto con el PSOE porque no quiere que aparezca ante el electorado como un partido "útil" y porque prefiere adelantar las elecciones, plegándose así los deseos de la dirección nacional de su partido.

Marín piensa todo lo contrario, que es el PSOE el que está “dispuesto a cualquier cosa para adelantar las elecciones o derribar al Gobierno". Y lo mismo Vox.

Desde el palacio de San Temlo se atribuye a ambos partidos una pinza para truncar la legislatura: en el caso de la ultraderecha el diagnóstico es cierto, ya que así lo vienen proclamando los portavoces de Vox desde hace meses, pero en el caso de los socialistas parece poco verosímil, dado que Espadas, recién llegado a la Secretaría General, más bien necesita tiempo para afianzar su liderazgo y darse a conocer como candidato, sobre todo en las provincias orientales de la comunidad.