Cientos de manifestantes se congregaron este miércoles 26 de junio en Sevilla en una de sus zonas más visitadas en rechazo al modelo turístico, como ya había sucedido en Granada antes. El lugar escogido para manifestarse ha sido la céntrica plaza del Salvador. Es la tercera y más numerosa protesta contra el turismo masivo que surge de asociaciones civiles en la capital andaluza.

A las puertas del verano, el rumor de trolleys en paseos marítimos y cascos históricos no acalla el debate sobre el turismo y sus efectos. Este viernes, Málaga debate en el pleno mociones para frenar la vivienda turística, es la antesala de la gran manifestación del sábado contra la turistificación.

Los matices en cada ciudad son diferentes, en Málaga las exigencias giran en torno a los problemas de vivienda. En Sevilla en torno a la terciarización de la ciudad y la pérdida del espacio público que cae en manos del sector privado. Mientras, los ayuntamientos arrastran los pies para tomar medidas.

En Sevilla, el Ayuntamiento ha visto como su normativa propuesta para limitar las Viviendas de Uso Turístico (VUT) ha naufragado con el rechazo de la oposición. El equipo del alcalde popular, José Luis Sanz, achaca el rechazo a “la pinza” que conforman VOX y el PSOE.  De hecho, en la manifestación del Salvador coincidían con extrañeza Podemos-IU y VOX. Toda la oposición sevillana rechaza la medida de Sanz e insta al gobierno hispalense a dialogar con los vecinos.

Y los vecinos, en la calle, piden “una moratoria ya”, explica David López, presidente de Sevilla Se Muere, la entidad que encabeza las protestas y que reúnen a más de una docena de asociaciones vecinales, culturales y cívicas. Desde que la Junta dio potestad a los ayuntamientos para regular la vivienda hace 5 meses, las medidas se demoran en la capital de Andalucía.

En Sevilla llevamos seis meses esperando una normativa efectiva”, dice López. Hasta ahora, esto se ha traducido en un efecto llamada que provoca un aumento de más del 30% de solicitudes de nuevas licencias, “25 nuevas licencias cada día”. Recalcan, además, la degradación social que esto acarrea en el Casco Antiguo, donde se ha perdido una población de 24 mil vecinos en los últimos años.

La propuesta del PP ha sido rechaza porque solo limitaba las VUT en el Casco Antiguo, obviando las realidades de otros barrios y la regulación de los Apartamento Turísticos, “no estamos en contra del turismo, estamos en contra de la turistificación desbordada que está masacrando nuestras ciudades”, apuntan desde Sevilla Se Muere.

Hace un año, esta entidad reunía a 7 personas que se movilizaron contra la turistificación. Hoy se coordinan con otras provincias en un movimiento que se desmarca de siglas políticas pero que confronta la inacción del Ayuntamiento sevillano, desde el que califican la moratoria que exige Sevilla Se Muere como legalmente “imposible”.  Sin embargo, otros ayuntamientos populares sí han adoptado moratorias.

Málaga y Granada proponen su moratoria

En Granada, la exconsejera de Fomento y Vivienda y actual alcaldesa popular, Marifrán Carazo, marcó senda al suspender nuevas licencias mientras se aprueba definitivamente en Pleno la normativa. En Málaga, Francisco de la Torre ha anunciado también la limitación del registro de nuevas VUT mientras llega la ordenanza para las zonas y barrios más saturados.

El Pleno del día 28 de Málaga ya cuenta con mociones de la oposición al respecto como platos fuertes. PSOE y Con Málaga acusan a Francisco de la Torre de inmovilismo, pero los populares dicen que la oposición trata de “incubar sentimientos de odio en los malagueños hacia el turismo”.

Sin embargo, las tozudas cifras son las que incubar malestar en la ciudadanía: Málaga es la provincia costera española donde más se encareció la vivienda con un incremento del precio de un 11% en el último año y en el último lustro un 57%. La sensación en parte de la ciudadanía es que los consistorios no quieren dar en salto al vacío de limitar la gallina de los huevos de oro, pero exigen ciudades “para vivir, no para sobrevivir”.

En declaraciones a RNE Andalucía, el consejero de Turismo, Arturo Bernal, ha dicho que estas protestas son solo una “puesta en escena” y una “polémica artificial” parte del relato “partidista” de agrupaciones políticas que no se sustentan en cifras o datos concretos. Sobre la vivienda, ha dicho que relacionar la falta de vivienda con la actividad turística es “aventurado”.

De viviendas y veladores

La manifestación del sábado de Málaga promete marcar un punto de referencia. Las protestas de los residentes deben confrontar con una industria mayoritaria que supera el 15% del PIB. En Sevilla, en la protesta hubo un hecho muy sintomático. La Policía Nacional solo intervino cuando los manifestantes tocaron los veladores de uno de los muchos bares de la plaza del Salvador, que estaban vacíos en ese momento.

Ante la protesta del dueño del bar por la incomodidad que causaba la manifestación al establecimiento, los manifestantes pidieron la licencia de veladores que el propietario, que apoya veladores al muro de un BIC, no mostró. “Estamos en una ciudad barificada, aquí -en Sevilla- es el lobby hoteleros y hostelero el que manda y designa el rumbo político”, denunciaban los manifestantes que plantean, “el día que se vayan los turistas, ¿de qué vamos a vivir?”

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