La situación de la sanidad pública andaluza no dejan de provocar sorpresas negativas a la población y, muy especialmente, a los pacientes de este servicio público universal. No es extraño que incluso la propia encuesta del CIS andaluz, la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), haya recogido en sus conclusiones de la pasada semana que cada vez más son los andaluces preocupados por el deterioro de su sistema sanitario. De hecho, en el anterior barómetro de la Junta realizado en junio, la opinión de los encuestados sobre el estado de la sanidad, situaba a esta como un problema muy grave de Andalucía en una proporción de 4,5 por ciento de los encuestados. La sanidad figuraba en quinto lugar de dichos problemas, detrás de la falta de trabajo, la inflación, la política y la economía. Ahora, solo 90 días después, la sanidad se ha convertido en la segunda gran preocupación de los andaluces, preocupación respaldada por un 6 por ciento de los encuestados. Puede que de seguir en esa deriva constante, se transforme también en la gran pesadilla de Juan Manuel Moreno Bonilla.

Informe de CCOO

Una muestra palmaria de que ese grave deterioro camina a pasos agigantados y mucha más negativamente que en el resto de España, lo demuestra el hecho de que las listas de espera para una operación quirúrgica aumentan en la comunidad andaluza a un ritmo casi tres veces más rápido que en el resto del país. Este grave dato se desprende de un informe publicado por Comisiones Obreras. Dicho informe se basa en datos oficiales del Ministerio de Sanidad.

Un 50 por ciento de incremento de esperas en año y medio

Y es que los datos son para preocuparse, además de susceptibles de ir empeorando por las políticas aplicadas desde el Gobierno andaluz del Partido Popular. En concreto, el número de pacientes que esperan para someterse a una intervención quirúrgica en hospitales andaluces se incrementa un 50 por ciento en año y medio, frente al 18 por ciento de aumento en el resto de España. Derivado de este grave incremento, uno de cada cuatro pacientes andaluces, están a la espera para operarse en plazo superior de más de seis meses.

El Gobierno andaluz “oculta con nocturnidad” las listas de espera

estas listas Para Nuria López, secretaria general de CCOO de Andalucía, el Gobierno andaluz “oculta con nocturnidad” estas listas, ya que no se hacen públicas desde junio de 2022. Añade la dirigente sindical que “el empeoramiento de los datos nos hace pensar que se han ocultado las listas con cierta nocturnidad”.

Desvío millonario de fondos públicos a la sanidad privada

Según manifiesta la líder sindical, lo que sucede se explicaría porque “al final la Consejería desvía los recursos públicos a las empresas privadas”. A este dato no es ajeno el dato recientemente conocido de que la Junta destinará más de 700 millones a conciertos con la sanidad privada para reducir las listas de espera.

En conclusión, en Andalucía el volumen de personas que esperan para una intervención quirúrgica se ha disparado en tan solo un año y medio, ya que en junio de 2021, se contabilizaban 13 ciudadanos por cada 1000 habitantes en espera del quirófano, mientras que en diciembre de 2022 esa cifra ascendió a 20 personas.

Para Nuria López, el intento de la Junta de reducir la espera y los datos negativos de estas listas con su cacareado plan de choque, supone todo un “parche” además de un ingreso de más de 700 millones de los presupuestos públicos y, por tanto, de todos los andaluces, a la sanidad privada. La dirigente sindical ve la solución para paliar este grave escenario sanitario pasaría por abrir más horas los quirófanos a la par de incrementar la plantilla con más contrataciones de personal sanitario para ello.

El efecto de la pandemia

La Junta se defiende de estas críticas con un argumento tan poco creíble como que el aumento de las listas de espera quirúrgica en Andalucía, se ha generado por la pandemia de la Covid. Algo que parece olvidar el dato fundamental de que el número de pacientes a la espera se triplica en relación con en el resto de autonomías que, obviamente, también sufrieron los rigores y consecuencias de la pandemia.