La Diputación de Sevilla va a destinar un fondo económico, que gestionarán las dos universidades sevillanas, con la idea de compensar a los alumnos de la provincia afectados por la política de becas del Gobierno de la nación, un fondo que parte de 30 mil euros, pero cuya cantidad no está cerrada, ya que se incrementará en función de las necesidades que las universidades hagan constar y de las posibilidades que el presupuesto de la Diputación vaya ofreciendo.

Objetivo muy concreto
El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha mantenido un encuentro con los rectores de las dos universidades sevillanas, Antonio Ramírez Arellano, de la Hispalense, y Vicente Guzmán Fluja, de la Pablo de Olavide, que tenía un objetivo muy concreto: sumar acciones de las tres instituciones, ante las repercusiones que el Decreto que el Ministerio de Educación tiene pendiente de aprobación, con la nueva regulación de becas, va a traer a las economías familiares de los universitarios de la provincia.

A Villalobos le parece increíble
Fernando Rodríguez Villalobos ha confesado que le parece increíble estar, en 2013, "suplicándole al Gobierno de mi país que reconsidere una situación que impide que mis nietos vayan a tener las mismas posibilidades de acceso a una educación pública y universal que he tenido yo. Que haya chavales que sirvan para estudiar y no puedan porque sus rentas familiares no les permiten desplazarse o mantenerse en la capital, es sencillamente para que se nos caiga la cara de vergüenza".

Miles de universitarios perdieron las ayudas
Como consecuencia de ese endurecimiento, unos 13.000 universitarios de la Hispalense perdieron las ayudas, mientras que en la Pablo de Olavide alrededor de 700 alumnos fueron expulsados por impagos en la matrícula (en total 3.000 afectados por la pérdida de ayudas).

El Gobierno "lo único que persigue es el ahorro"
Por su parte, los dos rectores han coincidido en que el Gobierno, al haber accedido a considerar el 5 como nota necesaria para mantener la beca de matriculación, pero mantener en el Decreto el 6,5 como nota de corte para las becas de residencia, manutención, transporte y beca-salario, "lo único que persigue es el ahorro, una visión a muy corto plazo, que no repara en el coste que supone para una universidad perder lo más importante: su capital humano, sus estudiantes".