Y no le duelen prendas en admitir que hay que pedir perdón por algunos errores cometidos al mismo tiempo que mantener la cabeza bien erguida por lo mucho de positivo que se ha hecho. Orgullo de ser socialista es lo que en distintas ocasiones se extrae de la conversación con esta mujer de 38 años, licenciada en Derecho y diplomada en Alta Dirección de Instituciones Sociales y que con 25 años ya era concejala del Ayuntamiento de Sevilla. Hasta hace pocos meses fue la número dos del PSOE de Andalucía.

Para la mano derecha de Griñán en la Junta y líder de la poderosa agrupación provincial de Sevilla, el PSOE es un partido veterano e histórico que no seguirá el camino de su homónimo griego el PASOK, aunque ahora atraviese un momento complicado. Ni la sociedad española es la griega ni el partido que fundara el “abuelo” Pablo Iglesias en 1879 es el que constituyera Andreas Papandreu en 1974. Para Díaz su partido es mucho más que una formación política; es parte integrante de la vida, ilusiones y anhelos de varias generaciones españolas. Supone un elemento que conforma nuestra historia y asegura que hay capacidad, ganas y fuerza para salir adelante.

Los socialistas andaluces saben además que tienen una posibilidad histórica, la de demostrar, a través de su trabajo en Andalucía, que otra política muy distinta a la que desde Moncloa imponen Rajoy y el PP es posible.

- ¿Encuentra una gran diferencia entre las labores de alta responsabilidad institucional que ahora desempeña y las orgánicas que desarrollaba en el PSOE-A?
Tanto en la institución como en el partido, el objetivo de nuestro trabajo debe ser el mismo; un objetivo compartido, como es atender las demandas de los ciudadanos, plantearles soluciones a sus problemas y progresar por un camino de futuro que garantice el mantenimiento de las conquistas sociales que tanto tiempo y esfuerzo nos ha costado alcanzar. El objetivo de los socialistas es el de construir una sociedad más justa, en la que cada ciudadano pueda desarrollarse personal y laboralmente, que ampare desde lo público a los que peor lo están pasando y preserve la igualdad de oportunidades de todos vivan donde vivan.

Nos enfrentamos quizá a unos de los momentos más difíciles y complicados en los más de 30 años de nuestra autonomía, sobre todo porque la crisis está haciendo que algunos pongan en cuestión el modelo social, económico, institucional e incluso territorial de España. Los continuos recortes en los pilares del Estado de Derecho, las dramáticas tasas de desempleo y el alto descontento social existente hacen que el trabajo que desarrollamos tanto en el ámbito institucional como en el orgánico sea de una enorme responsabilidad y trascendencia.

Lo hacemos desde el Gobierno de la Junta de Andalucía, porque ante cualquier decisión pensamos siempre en el interés general de los andaluces y las andaluzas, y lo hacemos también desde el partido, en mi caso, como secretaria general del PSOE de Sevilla y miembro de la ejecutiva del PSOE de Andalucía, el partido que más y mejor representa a los andaluces y las andaluzas y el que ha sabido evolucionar con los ciudadanos.

 - Tras los resultados negativos para los socialistas en las recientes elecciones autonómicas de Galicia y País Vasco ¿Qué análisis hace usted? ¿Hay que tomar medidas? ¿Cómo y cuándo?
Los datos, sin duda, son malos sin paliativos, pero ahora es el momento de que todos arrimemos el hombro porque tenemos por delante las elecciones en Cataluña y todos tenemos que apoyar a los compañeros catalanes. Vivimos momentos complicados y difíciles en este país y hay que ser muy responsables y los socialistas lo somos. El PSOE ha sido siempre un partido importantísimo en la historia de España y si hay muchos ciudadanos que han perdido la confianza en nosotros, tenemos que ser capaces de devolvérsela y de volver a generar ilusión. Y lo vamos a hacer, no me cabe la menor duda. Pero nuestra próxima estación, ahora mismo, es Cataluña.

Insisto, si ha habido muchos ciudadanos que no han confiado en nosotros, si no nos han escuchando ni oído, es que, lógicamente, hay cosas que tenemos que cambiar, es evidente. Pero ese debate será después del 25-N, cuando nos jugamos mucho todos, no sólo los ciudadanos catalanes, sino también los del resto de España por la deriva soberanista que al Gobierno central se le ha ido de las manos.

En cualquier caso, en estos momentos el PSOE debe estar con el drama que sufren los ciudadanos que no encuentran trabajo, con el de las familias que no llegan a final de mes, con quienes padecen la tremenda injusticia de los desahucios. Los socialistas tenemos que estar con ellos, debemos estar con nuestra gente. Eso sí, debemos reconocer los errores cometidos, pedir perdón por ello y tomar nota para que no se vuelvan a producir.

- ¿Qué lugar le corresponde desempeñar en este momento al PSOE-A como mayor federación regional, qué papel debe desempeñar José Antonio Griñán en este momento complejo para el socialismo en todo el Estado español?

Somos conscientes del papel que Andalucía juega en el futuro del PSOE, no sólo porque nuestro secretario general, Pepe Griñán, sea el presidente del partido, sino por la trayectoria y el peso que nuestra federación tiene a nivel nacional. Y no lo decimos sólo nosotros; cuantos han pasado por la dirección federal del partido siempre se han referido a Andalucía como el corazón del PSOE.

Por eso somos responsables y generosos, siempre hemos pensado en el bien general de los ciudadanos del país. Somos una garantía para toda España como nexo y vertebración del territorio, y en estos momentos, cuando hay quien pone en duda el 28 de febrero y pretende volver a una España de dos velocidades, Andalucía es el aval para la cohesión territorial de nuestro país. Y en ese debate, en el debate territorial, daremos lo mejor de nosotros mismos. Y a esa premisa responde Pepe Griñán cuando sostiene que su prioridad es Andalucía y que trabaja para y por Andalucía tanto aquí como en Madrid, porque nuestra comunidad ni puede ni debe  quedarse fuera de ese debate nacional.

- Da la impresión que se ha pasado de una relación muy dura y de tensas negociaciones con el Gobierno central, y en concreto con el Ministerio de Hacienda, a una situación aparentemente plácida y de consenso. Usted que ha participado directamente en estos contactos y reuniones ¿podría describirnos el proceso y cuál es la situación real de las relaciones entre Junta de Andalucía y Gobierno central?

Efectivamente. Desde el 20-N, y tras varios meses de agravios injustificados a Andalucía, parece que se ha producido un cambio de actitud por parte del Gobierno de Mariano Rajoy hacia Andalucía y al papel de las comunidades autónomas. La convocatoria de la Conferencia de Presidentes fue un punto de inflexión. El Gobierno de Mariano Rajoy debe entender que necesita a Andalucía y a las comunidades autónomas para salir de esta situación, y nosotros, desde la lealtad institucional, vamos a arrimar el hombro.

Para nosotros fue un gran avance que el Ejecutivo central y todas las comunidades, al finalizarla Conferencia, suscribiesen un documento con la mayoría de los planteamientos que el presidente de Andalucía, Pepe Griñán, llevó a la reunión y que sostiene que las comunidades autónomas no somos el problema, sino parte de la solución.

Es, insisto, un gran avance. Pero eso no quita que el Gobierno andaluz vaya a callar y dejar de alzar la voz siempre que vea que están en juego los intereses de Andalucía. El Gobierno de Pepe Griñán tendrá lealtad institucional para preservar el valor España, pero no va a dejar de defender los derechos de Andalucía y los andaluces. Por ejemplo, como hacemos en el caso de los Presupuestos Generales del Estado de 2013, unas cuentas que dan la espalda a Andalucía y que incumplen nuestro Estatuto de Autonomía por segunda vez en seis meses negándonos 670 millones de euros en inversiones en dos ejercicios presupuestarios. Sabemos del momento económico que atravesamos, pero lo único que pedimos es lo que corresponde a los andaluces.

Desde este Gobierno se va a responder con todos los medios políticos y legales que sean necesarios cuando nuestra Comunidad reciba ataques injustificados a nuestro autogobierno o a nuestra capacidad de decidir. Así lo hemos hecho y seguiremos haciendo. Con éste o con el gobierno que sea, porque hay que recordar que también lo hicimos antes con gobiernos socialistas. Andalucía está por encima de colores políticos y el interés de los andaluces y andaluzas por encima de cualquier circunstancia partidista o de otra índole.

- ¿Con qué expectativas de situación presupuestaria y económica aborda la Junta de Andalucía el próximo 2013?
Somos conscientes de que la situación general es complicada y que las dificultades económicas van a seguir marcando los próximos meses. En Andalucía, además, tenemos el añadido de que en los Presupuestos Generales del Estado nuestra comunidad cuenta con menos dinero del que le corresponde en inversión regional y también se han reducido drásticamente las transferencias finalistas.

Y, aún así, los Presupuestos de la Junta de Andalucía son radicalmente distintos a los del Gobierno de España. Son unos Presupuestos de izquierda que protegen a las personas, unos  Presupuestos solidarios, sociales y sensibles que piensan en aquéllos que más lo necesitan en estos momentos. Los ciudadanos pueden percibir que ahora les toca a ellos.

Es un mismo escenario de dificultad, y cumpliendo la ley de austeridad  y de límite del déficit, Andalucía demuestra que hay otro camino y una forma diferente de hacer las cosas al modelo económico que defiende el Gobierno central cuyo objetivo es transferir rentas de los trabajadores al capital, cambiar el modelo social rompiendo la igualdad y aplicar una reforma laboral que, entre otras cuestiones, genera más desempleo y sufrimiento, y persigue terminar con el sindicalismo y la negociación colectiva.

Mientras que la derecha está convirtiendo el Estado en una maquinaria de financiación de bancos, la Junta de Andalucía se ocupa de los más desfavorecidos. Y eso, precisamente, es lo que hay detrás del Plan de Acción Social dotado con 60 millones de euros para generar trabajo inmediato en quienes estar al borde de la exclusión social, entre ellos el colectivo de parados de larga duración y mujeres víctimas de violencia de género.

Por eso destinamos 370 millones para programas de empleo propios, 177 millones para un Plan de Choque por el Empleo, otros 78 para el fomento del empleo agrario, 10 millones para movilidad sostenible de las ciudades y 45 para rehabilitación de viviendas. Las cuentas andaluzas del próximo año dan prioridad absoluta al empleo, que es nuestra principal preocupación y ocupación, y también a la educación.

¿Quién ha aumentado las becas y sigue haciendo colegios? La Junta de Andalucía. Esto sí que demuestra a las claras cuáles son nuestras prioridades y que tenemos un Presupuesto valiente que alivia y protege a las familias más castigadas por la crisis.

Y lo mismo hemos hecho con la sanidad. Frente a lo que sucede, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, donde la derecha aplica su ideología para privatizar hospitales, externalizar todos los servicios no sanitarios de la red e imponer el recopago de un euro por receta, en Andalucía garantizamos el funcionamiento de nuestro sistema de salud pública manteniendo la cobertura universal y el derecho y la calidad de las prestaciones sin privatizar ni cargar más sobre las clases medias y trabajadoras.

Y un apunte más; nuestra apuesta por la innovación y desarrollo es tal que es una de las pocas partidas que suben en el Presupuesto, en este caso un 10%, lo que revela que damos impulso y que confiamos en la Andalucía innovadora para contrarrestar la fuga de cerebros y la marcha de jóvenes preparados.

- Enumere los proyectos más importantes con los que el Gobierno andaluz podría darse por satisfecho a lo largo de esta Legislatura
Esta legislatura se inscribe en uno de los momentos más complicados para nuestra tierra desde que accedimos a la autonomía, hace ya más de 30 años, no sólo por las circunstancias económicas, sino también por el cuestionamiento del modelo territorial desde voces que promueven un desarrollo asimétrico del país. En esta coyuntura, Andalucía tiene tres prioridades: la lucha contra el desempleo, la preservación del Estado del Bienestar -patrimonio social de todos los andaluces-, y la defensa de la autonomía y el autogobierno.

Entre todos los retos que tiene el Gobierno andaluz, el principal es, como decía antes, la creación de empleo y, para ello, vamos a trazar un camino con políticas de estímulo económico.

Otra prioridad de este Gobierno es mantener el Estado del Bienestar, que es también un factor importante de competitividad. Por esto, en Andalucía la cobertura sanitaria será universal para todas las personas que viven en nuestro territorio.

También la educación se mantiene como prioridad incondicional de este Gobierno de izquierda. En este sentido, me gustaría subrayar el importante esfuerzo que estamos realizando para mantener la equidad en el sistema educativo andaluz, pese a los ajustes y medidas exigidas por el Gobierno de la nación, y el esfuerzo por garantizar la igualdad de oportunidades en la política de becas.

Y, por supuesto, también tenemos previsto un intenso calendario legislativo con leyes que van dirigidas a mejorar la calidad de vida de los andaluces. Entre ellas, me gustaría destacar la ley de Transparencia y de Acceso ala Información Pública, con la que la Junta quiere cumplir con su compromiso claro con la calidad democrática. Asimismo, aprobaremos la ley para combatir el fraude fiscal y social en la comunidad que muchos ciudadanos vienen demandando.

Finalmente, me gustaría subrayar el papel que va a jugar Andalucía como nexo entre comunidades autónomas para facilitar la convivencia entre los territorios en un momento en el que están surgiendo voces que promueven un desarrollo asimétrico de nuestro país. Creo que, frente a esas posiciones recentralizadoras de la derecha y las actitudes egoístas de los nacionalismos, el Gobierno andaluz es una garantía para que la igualdad de oportunidades del conjunto de los ciudadanos de este país no se rompa.

TEST:

- Último libro leído: ‘La silla del Águila’, de Carlos Fuentes.
- Última película:
‘Amor bajo el espino blanco’, de Zhang Yimou.
- Plato preferido:
El puchero, sobre todo el de mi madre.
- Personaje histórico:
Pablo Iglesias.
- Político al que admire:
Pepe Griñán.
- Lugar para perderse:
Las playas de Andalucía.
- Un amigo/a de la oposición:
Tengo buenos recuerdos de mi etapa en el Congreso con Patricia del Pozo (PP).
- Un gran amigo/a de su partido:
Mi compañera Verónica Pérez.
- Un lugar en Sevilla:
Siempre mi barrio, Triana.
- Un defecto o una manía:
Las largas jornadas de trabajo.
- Una virtud que le achaquen:
La perseverancia, el diálogo.
- Defina a José Antonio Griñán (como persona y como político): 
Es un hombre bueno, generoso, brillante, amigo de sus amigos. Es un conversador excepcional que, sin embargo, sabe escuchar. Y sobre todo, siempre está disponible para los demás. Y como político es un auténtico maestro, que trabaja para y por los andaluces y andaluzas desde su condición de servidor público, siempre pensando en el interés general.