Son muchas, muy jóvenes y están muy enfadadas. Enfadadas con La Manada, con la justicia, con los tíos muy machotes, con los menos machotes pero que miran para otro lado, con la instrumentalización de las mujeres, con los tics patriarcales de las instituciones del Estado, con tener que pasar miedo cuando regresan a casa por la noche…

Al igual que en muchas otras ciudades de España, en Sevilla han salido este jueves a la calle más de un millar de chicas, aunque también había chicos entre ellas, como parte de una jornada nacional de protesta que había comenzado con una huelga en universidades e institutos convocada por el Sindicato de Estudiantes. En Andalucía, los convocantes han cifrado el seguimiento de la huelga en un generoso 70 por ciento.

Cosas que deberíamos saber

La manifestación de Sevilla recorrió el centro de la ciudad desde el emblemático monumento de Las Setas de Encarnación hasta la plaza de San Francisco. Consignas festivas pero también airadas acompañaron una marcha en la que parecían ser clara mayoría chicas muy jóvenes a las que tradicionalmente no solía vérselas en protestas de carácter feminista.

–¿Cuántos años tienes?

–Diecisiete.

–¿Por qué estás aquí?

–Para que los tíos os empecéis a enterar de algunas cosas.

–¿Cómo cuales?

No le da tiempo a contestar. Alguien la llama desde el centro de manifestación y se marcha súbitamente, a buen paso. En realidad, no hace falta que explique qué cosas son esas que debemos aprender los hombres. Demasiado bien sabemos cuáles son.

El otro 15M

La sentencia de La Manada y el voto particular exculpatorio han operado como una especie de mecha que ha prendido la indignación de decenas de miles de mujeres en toda España que, para sorpresa de partidos, sindicatos y organizaciones convencionales, se han movilizado masivamente y sin contar con ellos, llenando las calles de cientos de pequeñas pancartas y carteles que han dado a las concentraciones ese aire genuinamente civil y espontáneo de las protestas de calado. Ha habido un 15M de los pensionistas y está habiendo un 15M de las mujeres.

La única pancarta propiamente ‘institucional’ en Sevilla era la que abría la manifestación con la leyenda ‘No es abuso, es violación’ y la firma de las organizaciones Izquierda Revolucionaria, Sindicato de Estudiantes y el colectivo Libres y Combativas. Tras la proclama institucional, multitud de pancartitas de cartón, paneles de corcho, cartulinas de color rosa, rojo, negro o violeta, folios malamente pegados con cinta adhesiva… todo muy imperfecto, muy artesanal y muy de andar por casa. Y muy auténtico.

'Yo decido'

Pocas leyendas son originales, pero todas son verdaderas: ‘Cadena perpetua al patriarcado’; ‘Tranquila, hermana, aquí está tu manada’; ‘No es No’; ‘Yo decido cuándo, cómo dónde y con quién’; ‘Estoy rodeado de mujeres y no tengo miedo’; ‘En mi cuerpo decido yo y tú te callas’; ‘Más educación sexual y menos porno’; ‘La Manada viola a una chica y la “justicia” a todas las mujeres…

Las manifestantes son de algún modo hijas y nietas de Mayo del 68 aunque tal vez muchas de ellas no lo sepan. Medio siglo después de aquella protesta hoy legendaria, este Mayo del 18 tiene algo de revolución igualmente urbana, sorpresiva y pacífica que nadie tutela. Puede que todas estas protestas de todas estas mujeres tan jóvenes y airadas sea también una revolución pero aún no lo sepamos.