Exceso de celo en la aplicación de la ley u otras circunstancias que en estos momentos se desconocen. Algo de ello es lo que podría haber ocurrido esta mañana del primer día del estado de alarma decretado por el Gobierno central. En Pedroche, pequeño municipio del norte de Córdoba con 1.530 habitantes, se celebraba la misa dominical y habitual de las 12:30 horas en la parroquia de El Salvador.

En un momento de esta celebración una patrulla de la Guardia Civil ha entrado en el templo y un agente ha interrumpido la misa al tiempo que instaba a los ocho feligreses que en ese momento se encontraban en su interior a volver a sus casas y quedarse en el interior de estas, todo ello en virtud del estado de alarma decretado.

Según ha explicado a Diario Córdoba el párroco de Pedroche que oficiaba la misa, esta se hallaba en su inicio a la hora de llegar la patrulla de la Guardia Civil. Ha destacado que los asistentes guardaban las distancias de seguridad (más de dos metros de distancia) así como ha manifestado su incomprensión ante este hecho acontecido que ha calificado de “atropello" argumentando que el decreto de alarma no impide el culto siempre que se respeten las normas.

El párroco ha afirmado también que si se prohibiesen las misas por parte de las autoridades o el Obispado, él las acataría “inmediatamente” aunque por ahora mantendrá la novena de San José, a la que acude un número muy reducido de fieles pero, insiste, "siempre cumpliendo las normas".

El decreto de alarma no prohíbe las misas

Ciertamente el decreto de alarma no prohíbe las misas aunque recomienda guardar las distancias de seguridad.  En concreto el decreto señala en su artículo 11 sobre las medidas de contención en relación con los lugares de culto y con las ceremonias civiles y religiosas: “La asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro."

Los creyentes católicos cordobeses están dispensados de la misa dominical por instrucciones de su Diócesis en tanto en cuanto dure mientras dure esta pandemia de coronavirus.